LOS HOMBRES NO BUSCAMOS LA MUJER PERFECTA

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Comenzaré diciendo que soy hombre, y para ponernos en contexto, también diré que mi profesión desde hace unos años es “Ser feliz, y a ayudar a los demás a que también lo sean”, lo que me lleva a diario a guiar a todo tipo de personas en procesos de transformación interior.

Puedo decir que me he encontrado con personas de todo tipo: hombres y mujeres, jóvenes y maduros, con y sin estudios, con y sin trabajo, asalariados y autónomos, enormemente ricos y totalmente pobres, con y sin hijos, solteros y casados, con y sin pareja,… Y nunca deja de sorprenderme la enorme diferencia existente entre los hombres y las mujeres en cualquier circunstancia. Pero no voy a hablar de esas diferencias en general, sino en un punto muy específico: el hábito que tenéis la mayoría de mujeres de fijaros en aquello que no os gusta de vosotras mismas.

La neurociencia nos ha mostrado cómo el funcionamiento del cerebro en las mujeres y en los hombres es diferente. En los hombres, las conexiones neuronales tienden a establecerse de forma longitudinal dentro de cada uno de los hemisferios, lo que nos confiere capacidades fantásticas, como por ejemplo la inteligencia espacial (capacidad de orientarnos con facilidad). En el caso de las mujeres, las conexiones neuronales tienden a establecerse de forma transversal, conectando ambos hemisferios cerebrales. Este funcionamiento proporciona una mayor intuición, y capacidad de fijarse en los detalles. En el caso de la orientación, los hombres nos fijamos en las características generales de la zona por la que pasamos, en puntos de referencia claves, o en el mapa en su conjunto. Las mujeres acostumbráis a poner vuestra atención en detalles, lo que os impide ver el mapa en su conjunto.

Estas configuraciones predominantes en el funcionamiento cerebral, nos llevan a hombres y mujeres a enfrentarnos de formas totalmente diferenciadas con las situaciones habituales del día a día, como por ejemplo cuando valoramos nuestro propio físico.

Por lo general, los hombres nos aceptamos tal como somos, sin preocuparnos en exceso por nuestras características físicas, o incluso nuestra forma de vestir. Podemos tener más o menos mentón, unos ojos más o menos grandes, una nariz grande o pequeña, una barriga enorme o un vientre plano, un trasero respingón o totalmente plano,… nos da prácticamente lo mismo. Quizás no nos guste algo en concreto, pero lo que es seguro es que la gran mayoría de hombres no se acompleja por su estado. Rara vez me he encontrado con un hombre con el que haya tenido que trabajar la aceptación de alguna característica física.

Con las mujeres es muy distinto. Lo raro es encontrar mujeres que os aceptéis tal como sois. Suele haber alguna característica física que no os gusta de vosotras mismas, y en muchas ocasiones incluso os acompleja. Me he encontrado con mujeres tremendamente hermosas, que todos los hombres se giran para mirarlas al pasar, con complejos por su nariz, su boca, su barbilla, sus pechos,...

Cuando se trata de vuestro propio cuerpo, y del de los demás, las mujeres tendéis a buscar lo que para vosotras es “la perfección” en cada punto: la nariz perfecta, los pechos perfectos, el abdomen perfecto,... Como si en esa supuesta perfección estuviera la felicidad, y vuestro atractivo. 

NO os engañéis, los hombres no buscamos la mujer perfecta. Sabemos que la perfección no existe, que todo depende de lo que cada uno valore. Como en el caso de los mapas, miramos la globalidad, mientras que vosotras ponéis vuestra atención en los detalles. Si una mujer es atractiva, sensual o inteligente, los hombres no pensamos: “sí, pero su nariz podría ser de esta otra forma” o “le falta un poco de pecho” o “el vestido que lleva no le pega con…”. Directamente nos gusta o no nos gusta, nos sentimos atraídos o no. Para nosotros, lo importante es el conjunto, no los detalles.

Todas aquellas que lo estáis pasando mal porque hay cosas de vosotras que no os gustan, lo que realmente estáis haciendo es centrar vuestra atención en un lugar equivocado. Si os centraseis en aquello que más os gusta de vosotras mismas y lo reforzarais, si convirtieseis vuestros puntos fuertes en la base de vuestra personalidad, en lugar de intentar esconder o cambiar aquello que menos os gusta, sin duda seríais mucho más atractivas a los ojos de los hombres.

Alguna mujer realmente espectacular, por dentro y por fuera, me ha llegado a decir que se sentía fea, poco sexi y nada sensual. Y yo pensaba… “Por Dios, ¿en qué espejo se habrá estado mirando esta mujer?”. ¡Cuánto daño hacen muchas veces esas creencias que hemos ido almacenando durante nuestra vida a nivel subconsciente!

La buena noticia es que la existencia de estas diferencias predominantes en el funcionamiento del cerebro no nos condiciona totalmente. La existencia de estas diferencias no implica que no podamos actuar de forma diferente. Podemos hacerlo, y con facilidad. La neurociencia nos ha enseñado en los últimos años que cambiando nuestras creencias cambiamos nuestra configuración cerebral, nuestras conexiones neuronales, de modo que podemos cambiar nuestros pensamientos y nuestras respuestas emocionales. Y además de un modo muy sencillo.

 

Ricardo Eiriz

Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”

www.eiriz.com

www.metodointegra.com

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Comentarios

  • simpelemente ME ENCANTO llego en el momento justo, :)   felicitaciones Ricardo !!!!

  • Buen día Ricardo, gracias por tu comentario con el cual estoy deacuerdo. Que tengas buen día.
  • Hola Elizabeth, tienes toda la razón. Pero detrás de esos hombres que comentas puede haber varios elementos...

    El primero es que muchas veces nos molesta de los demás aquello que no aceptamos de nosotros mismos. Vemos antes la paja en el ojo ajeno que la viga en el nuestro.

    Otro elemento es el egoísmo, que es independiente del género. Esto se da cuando exigimos a los demás lo que nosotros somos incapaces de hacer.

    Y el tercero es que normalmente nos enamoramos de alguien por como es, tanto a nivel físico como de carácter, y con el tiempo ambos vamos cambiando y evolucionando... en función de cómo se lleva a cabo esa evolución en las dos partes, y de qué era lo que realmente  nos atraía de la otra persona, quizás esa atracción decaiga con el tiempo. Todo en la vida cambia, y las personas también. Esa es una realidad que debemos aceptar para vivir en paz.

  • Hola, yo creo que aquí lo importante tanto hombres como mujeres debemos aceptarnos en el físico y en todos los aspectos. Pero me he dado cuenta que el hombre si se acepta como es, pero tambien ellos mismos llegan a decirles a sus parejas si bajaras de peso te verías mejor. Si hay hombres que cuestionan el físico de las mujeres, creo que aquí tambien hay que darnos cuenta que ellos si se fijan en el físico y como es que a ellos tenemos que aceptarlos si en realidad cuestionan el físico de la mujer.
  • Muy buen articulo, reflexivo, importante a tener en uenta y trabajar en ello gracias un abrazo.

  • Gracias a ti Gaby,

    Lo más curioso es que habitualmente buscáis esa supuesta perfección en todos los detalles para gustarle a los hombres, cuando nosotros ni la buscamos ni normalmente la valoramos.

  • Gracias por recordarnos estas diferencias, frecuentemente actuamos con los hombres como si también ellos fueran mujeres. Imaginamos que ellos piensan y por lo tanto actúan como nosotras. Gracias Ricardo! Eres extraordinario
  • Jajajaja asi somos las mujerecitas de complicadas. 

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