La compasión es una forma de empatía, es el espíritu de cuidado que conecta con toda la vida, la intimidad, la calidez de una buena relación, el gesto amable.
La compasión esta fundamentada en el respeto, la disposición de servicio y solidaridad. La compasión se encuentra en los actos sencillos como escuchar, compartir, recordar, comprender a los demás.
La compasión requiere valentía para abrir nuestros corazones a recibir, lo cual nos hace lo justamente vulnerables para aceptar los regalos de la vida en vez de pensar que tenemos que esforzarnos por todo.
Vivir con compasión es un proceso gradual de descubrimiento, de atreverse a vivir la vida de una manera más auténtica, a cuidar de una forma más profunda
La compasión nos da mayor conciencia, con lo que aumenta nuestro poder personal y paz.
Una vida compasiva es perdonarse uno mismo y perdonar a los demás, liberándonos de todas las heridas y resentimientos que proyecta nuestro ego en nuestras vidas.
El perdón da paso a una renovación del espíritu, un estado de Gracia, sin resentimientos, ni prejuicios..
Limpiar el corazón diario es la clave. En las noches dedica unos momentos para repasar tu día, aprovecha y cierra los ciclos contigo y con las otras personas. Inhala profundo y exhala y suelta toda la experiencia. Siente crecer la paz en tu corazón.
Ahora concéntrate en los momentos maravilloso del día, donde sentiste alegría, paz, amor, gozo. Pregúntate que has aprendido de ellos…
Inhala despacio y profundamente y suelta el aire junto con todas tus experiencias del día en gratitud por sus regalos de sabiduría..
Así tu amanecer será suave, amoroso y tu corazón estará listo para acoger el de los demás con mayor empatía.
BRILLA SIEMPRE
MEG
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