Los japoneses hablan del Ikigay desde hace muchos años. Es un término que podría traducirse, de acuerdo con García y Miralles, como “la felicidad de estar siempre ocupado”, pero ¿estar ocupado hace feliz a cualquiera?, por supuesto que no; hay que estar ocupado con “sentido”.
El Ikigai vive en cada uno de nosotros, sólo que puede estar dormido por largo tiempo, o, peor aún, para siempre. Es momento de despertar tu Ikigai, si es que no lo has descubierto y, para ello, te recomiendo apropiarte del Diagrama de Marc Winn.
- Mantente ocupado, sí, pero haciendo lo que amas, lo que disfrutas profundamente y que te hace sentir más vivo.
- Piensa acerca de eso que amas y pregúntate: ¿Con esto puedo ayudar al mundo?, ¿con esto que amo puedo poner mi “granito de arena” para que alguien más se sienta mejor?, ¿Con esto soy capaz de servir? Si la respuesta es afirmativa, entonces, habrás encontrado tu misión.
- Seguramente que lo que te apasiona, te ha vuelto un experto o experta en ello. ¿Te han dicho que eres realmente bueno para pintar, componer, escribir, atender, conversar, escuchar…? Eso es pasión.
- ¿Has considerado que puedes cobrar por lo que haces con amor y pasión? Por ejemplo, si eres excelente haciendo arreglos florales, ¿puedes venderlos para banquetes, ceremonias, congresos, etc.? Si te apasiona y amas escribir, ¿Has intentado publicar un libro? Esto es importante porque le das valor a lo que haces y lo transformas en tu profesión, y claro, está, al gozar de ello, confirmas tu vocación.
Encontrar tu Ikigai te permitirá aplicar sus leyes y vivir muchos años con un nivel elevado de plenitud y felicidad:
Ley número 1: No hables de “jubilación” porque esto suena como a lo que ha terminado y le resta sentido a la vida; es mejor hablar de “hago y haré actividades que agregan valor a mi vida, hoy y siempre”. Esto no tiene que ver con estar contratado por una organización, sino con tu decisión personal para florecer permanentemente.
Ley número 2: Vive sin prisa. No por querer acelerar las cosas, saldrán mejor, ahorrarás tiempo o garantizarás mejores resultados. Hay que dedicar el tiempo suficiente y necesario a lo que realmente vale la pena.
Ley número 3: Come para estar bien y sentirte satisfecho, no para tener la sensación de asfixia, de pesadez y de incomodidad. Aplica la regla de comer hasta el 80% de tu capacidad. Te sentirás con mayor ligereza y salud.
Ley número 4: No olvides tener amigos. Acércate a la gente que te hace sentir bien, haz lo propio y nútranse de energía positiva, de risas y de gratos momentos.
Ley número 5: Ponte a trabajar en ti con miras a tu próximo cumpleaños. Mantente en movimiento, haz ejercicio y siéntete orgulloso u orgullosa de cada pequeño logro. El cuerpo no debe estar estático, porque el movimiento produce hormonas que contribuyen a tu salud física y mental.
Ley número 6: Sonríe. Ser optimista se relaciona con el placer, la alegría, la esperanza y la satisfacción por estar vivo (a). Nunca apagues esa chispa de emoción y muéstrala en tu rostro.
Ley número 7: Conecta con la naturaleza, ya sea una caminata en el parque, un día en el bosque, unas vacaciones en la playa o una aventura en la selva; somos parte integral de este planeta. Observa y admira todo lo que la naturaleza te ofrece.
Ley número 8: Agradece. Agradece siempre. Esto te cambiará la perspectiva de los acontecimientos y te llevará a pensar en lo que sí tienes y no en lo que te falta.
Ley número 9: Disfruta del aquí y el ahora. Haz conciencia de este instante y disfrútalo plenamente. De nada sirve repasar un pasado tortuoso o sentir ansiedad por lo que no ha ocurrido. Hoy y en este momento, porque de otra forma estarás viviendo en “piloto automático”.
Ley número 10: Sigue siempre tu Ikigai. Nunca es tarde para encontrar tu sentido de vida, para ser útil, para servir a otros y para compartir tus maravillosas experiencias.
Si necesitas acompañamiento, contáctame: gabycruzcoach@gmail.com
Comentarios