¿Qué es la resiliencia?
Es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas y sobreponerse al dolor, saliendo fortalecido de la adversidad.
¿Nacemos o nos hacemos resilientes?
Existen personas que por naturaleza son resilientes, es decir, hay personas que nacen con esta capacidad. Cuando la vida las enfrenta a acontecimientos adversos se dan cuenta de sus recursos para salir adelante y lograr “darle la vuelta” de una forma creativa a las situaciones difíciles. Por otro lado, hay quienes no nacen con la capacidad de resiliencia como un “chip integrado”, sin embargo pueden despertar este recurso e integrarlo a sus vidas y aprender las habilidades necesarias para afrontar los retos que se les presentan.
La resiliencia es algo que todos, sin excepción, podemos desarrollar a lo largo de la vida, aunque en ocasiones para lograrlo se necesita modificar algunas creencias y hábitos.
Resiliencia no es sinónimo de falta de dolor, más bien es permitirse sentir dolor o tristeza pero no quedarse estancado en el sentimiento.
Es importante aceptar que los cambios son parte intrínseca de la vida y que no podemos detenerlos o controlarlos. Negar los problemas no los desaparece, enfrentarlos y actuar de forma decisiva a pesar de sentir miedo o duda, es una parte indispensable de la resiliencia.
Descubrirnos y reinventarnos constantemente es vital, de cada situación adversa que enfrentamos podemos aprender algo que desconocíamos de nosotros mismos.
No podemos evitar que sucedan situaciones que nos provoquen tensión, incertidumbre, tristeza o enojo, pero si podemos cambiar la forma en que reaccionamos ante ellas.
Mantener una perspectiva realista sin exageraciones ayuda a que las personas puedan manejar la situación a pesar de lo dolorosa que pueda ser. Mantener una actitud optimista nos ayuda a conectar con la esperanza.
Las características de las personas resilientes son:
- Viven bajo la premisa “si no puedo cambiar la situación, puedo elegir cambiarme a mí mismo”.
- Controlan sus pensamientos y por ende las emociones negativas que puedan derivar de ellos.
- Mantienen la calma en situaciones de mucha presión.
- Tienen confianza en su valía y en su competencia para superar las adversidades.
- Son empáticas; saben leer las emociones de los demás, comprender lo que sucede a su alrededor y actuar en consecuencia.
- Se auto-motivan y saben buscar nuevas formas de obtener satisfacción en la vida.
- No se preguntan por qué, sino cómo, no se dejan llevar por reproches. En lugar de vivir en “¿por qué a mí?” viven en “¿para qué a mí?”
- Convierten el sufrimiento en virtud. Algunas personas que son un ejemplo de resiliencia son:
Malala Yousafzai
Ella es una adolescente pakistaní de 16 años que habiendo sufrido discriminación, vejación y un atentado terrorista que afectó su integridad física, logro sobrevivir y recibir el premio Nobel de la Paz en 2014, un merecido reconocimiento por su valentía, su esfuerzo y su constancia a luchar por sus derechos y los de todas las niñas del mundo.
Nelson Mandela
Fue capaz de soportar años de prisión e injusticia, siempre con una meta clara, superar la abrumante discriminación hacia la población de raza negra en Sudáfrica. Después de 27 años privado de su libertad, logró salir de su cautiverio sin dar muestras de rencor o venganza, llegando a ser no sólo el presidente de su país sino un verdadero baluarte de la libertad y los derechos humanos en el mundo, ganando el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Albert Einstein
Quien aprendió a hablar hasta los 4 años y fue considerado por sus profesores como alguien que no llegaría a nada en la vida, hoy es considerado un genio. A pesar de muchos contratiempos y descalificaciones, siempre se mantuvo firme en sus creencias y en sus investigaciones.
Victor Frankl
Autor del libro “El hombre en busca de sentido” y fundador de la Logoterapia, es un claro ejemplo de resiliencia por medio de su testimonio en torno a la vida en un campo de concentración.
Las personas resilientes no son personas especiales, simplemente tienen hábitos que les ayudan a superar los obstáculos para salir adelante en su vida. Las personas resilientes tienen una red social de amigos y familiares sólidos, son autónomos pero no se encierran en sí mismos. Cuando la realidad exterior muestra su lado menos amable, la persona resiliente se refugia en un universo interno alimentado por autoconocimiento, arte, lectura y pensamiento positivo. La gente resiliente mira hacia el futuro con esperanza y se marcan nuevos objetivos a alcanzar. Es imposible hacer cambios poniendo el foco en el ayer puesto que el pasado ya pasó.
Lizitips para ser una persona resiliente:
- Invierte en tu formación emocional a través de cursos, libros y seminarios sobre crecimiento personal.
- Aprovecha todo el potencial de la tecnología para estar cerca de quienes están lejos y para estar más cerca de quienes viven en tu entorno.
- Música, arte, cine, literatura y deporte son ingredientes que nutren tu vida y abren el espacio para crear resiliencia.
- Modela el ejemplo de personas resilientes que admires.
- Busca mentoring, coaching o psicoterapia para conocerte más.
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