¿Cuánto sabemos del amor, como un principio y una meta de todo ser humano?... amar y ser amado. ¿Cuánto nos enseñaron a expresarlo?, ¿cuánto te amas realmente?, ¿vivimos en el amor que merecemos?
La búsqueda ha sido siempre ir al afuera, para que sean otros los que llenen este vacío, o bien, lo hemos puesto en tener cosas del afuera que nos llenen … esto ha sido, en parte por ignorancia, por nuestra falta de aceptación de todas nuestras imperfecciones.
Desde pequeñas el amor nos fue condicionado… te amo sí: eres buena, si te portas bien, si haces lo que te pido, si te comportas como el otro cree que es lo correcto, aunado con todas las etiquetas que nos han ido colocando como una definición de quiénes somos, nos ha hecho imposible amarnos, porque no sabemos realmente quiénes somos.
El amor no tiene una medida real, ni una sola definición, cada una de nosotras lo sentimos y lo hemos vivido desde lo que aprendimos a partir de nuestra infancia, y lo hemos experimentando a partir de un proceso de ensayo y error.
Creo que este amor a nosotras mismas, a nuestra propia vida, el saber reconocer que somos espectaculares, nos va acercando a ser lo que una ES… con todo y nuestros defectos, nos va llevando a ese viaje hacia nosotras mismas.
Queremos sentir ser alguien que merece ser amada y no sólo amar a otros.
La forma para despertar en mí ese amor tendría que ser reconociendo que está bien disfrutar de mi compañía, saber escuchar mi corazón y tener ese valor de pedir por lo que necesito.
El viaje es individual y es una conquista del día a día, que se logra honrando nuestro sentir y necesidades internas, a veces sólo es darse un descanso para poder escucharse.
Poder comprender que la vida del adentro tiene más valor que todo lo de afuera… si estoy bien conmigo estaré bien con los demás.
Sí podemos celebrar nuestra vida como única, sentir la gratitud de poder experimentar el momento a momento con plenitud y gozo el gran milagro de estar aquí y ahora aprendiendo a amarme y amando desde la totalidad a los demás habremos empezado ese camino hacia el amor.
Brilla siempre
Meg
Comentarios