¿Te has parado a pensar alguna vez cuánta gente vive su vida amargada, insatisfecha o llena de estrés? Basta con centrar tu atención en tus vecinos, amigos o familiares para encontrar un buen número de personas que viven de este modo. Quizás incluso
transformate (2)
Cuando Violeta era niña, su padre le decía que no era lo suficientemente buena, y no merecía el esfuerzo que él hacía por ella. Criticaba su poca dedicación a los estudios o a las tareas del hogar, le gritaba, la castigaba e incluso llegó a golpearla