BAJO DIVÀN
Por Diana Alejandra Aboytes Martìnez
Regresò cansada.
Regresò cansada.
Abriò la puerta de su espacio y la abrazò a manera de bienvenida,
un aroma a soledad que disolviò sus ojos hacièndolos gotear.
Se postrò en su sillòn favorito. Decidiò sacar el nudo de pal