¿Existe una conexión entre el aumento de los problemas sociales a nivel mundial, la crisis global y el crecimiento de disfunciones en las familias, así como el deterioro de las relaciones de pareja?
La soledad, el enojo y las necesidades insatisfechas, junto con el deseo de poder y voracidad, parecen contribuir a un mundo menos pacífico. Cuando las personas viven en armonía y tienen familias equilibradas, es probable que tengan menos motivos para expresar odio y agresión hacia desconocidos.
En cierta medida, la inestabilidad interna de cada individuo se proyecta como insatisfacción y el deseo de desquitar su frustración, buscando culpables y tratando de atribuir sus dolores a causas o personas que no tienen nada que ver.
Reconocer que adultos que viven en pareja y tienen una vida estable pueden ofrecer cimientos para un mundo menos tumultuoso. La inestabilidad interna de cada individuo se proyecta como insatisfacción y el deseo de encontrar causas donde se puedan derivar sus dolores y sus angustias.
Si deseamos emprender un camino para sanar el mundo y elevar la calidad de la sociedad, el punto de partida debería ser fortalecer el valor otorgado a la pareja y, por ende, a la familia. Es crucial dejar de lado los intereses sociales superficiales, llenos de ego y reconocimientos virtuales irrelevantes.
Aunque la relación de pareja siempre ha sido crucial, para sostener a la familia y a la sociedad últimamente muchas personas atribuyen que sus malestar y sus principales problemas tienen su inicio en la insatisfacción de su propia pareja.
En realidad, vivir en pareja es positivo si ambos comparten y complementan, evitando la creencia de que la otra persona tiene la obligación de satisfacer todas las necesidades.
Es lamentable que algunas personas no consideren a su pareja como prioridad. Cuando cada uno está ocupado enfrentando sus sombras, se deja poco espacio para compartir una vida plena. La pareja debería ser una relación que comparta, complementa y mejora la calidad de vida.
Cuando uno coloca sus necesidades por encima de reconocer al otro, se desequilibra la armonía. Si el "YO" se convierte en una prioridad desproporcionada, la relación personal se debilita y la pareja pierde su valor. Es fundamental recordar que una pareja, cuando es saludable y estable, brinda seguridad, fortaleza emocional y contención.
Una pareja sana proporciona un sólido respaldo emocional que permite compartir los desafíos y las alegrías de la vida creando un entorno en donde se puede encontrar consuelo, comprensión y aliento mutuo.
La presencia de una relación afectiva positiva ha demostrado tener impactos beneficiosos para la salud mental y física. El apoyo emocional y la conexión afectiva pueden reducir el estrés, promover la estabilidad emocional y contribuir a un bienestar general.
Así es como el retomar el valor de la pareja y trabajar para vivir en un entorno cálido, positivo y emocionalmente nutritivo ayuda a que cada persona tenga una mejor calidad de vida, al mismo tiempo se fortalecen los lazos para vivir en un mundo mejor.
Fortalezco mi pareja
Ingredientes
Respeto – reconocer las diferencias de cada uno y aceptarlas con amor.
Compromiso – determinación y elección diaria por ver y atender las necesidades de todos.
Empatía – enfocarse en escuchar y entender al otro desde su realidad.
Conciencia - atención y percepción sobre la importancia de la relación.
Dedicación - tiempo y esfuerzo para mantener y nutrir la pareja diariamente y con intención.
Afirmación personalpara fortalecer mi pareja
Valoro a mi pareja. Reconozco que tener una pareja sana me da la fortaleza que necesito para tener una buena calidad de vida y me ayuda a superar las adversidades que lleguen. Me esfuerzo por convertirme en una mejor versión de mi. Poseo la determinación necesaria para construir una relación sólida y saludable. Anhelo crecer junto a mi pareja, transformando nuestro vínculo en un lugar seguro donde nos abrazamos, cuidamos y apoyamos. Tengo la determinación para poder crear juntos una vida maravillosa.
Los beneficios de formar una pareja sólida y feliz.
1. Una pareja sana acepta a cada uno por lo que es y le permite ser. No se puede querer a una persona que continuamente se le está tratando de cambiar. Aceptar a la persona con sus aciertos y sus debilidades fortalece la singularidad y fomenta el respeto y el amor mutuo.
2. La relación de pareja es una entidad aparte de las personas independientes. Cada individuo aporta sus personalidad, sus necesidades, su misión y su cuidado por el otro para poder formar juntos una nueva realidad con un mejor porvenir.
3. Cada quien da lo que puede y cuanto puede para que la relación funcione bien. No se trata de contabilizar, lo que se da o lo que se trae. Cada persona tiene distintas cualidades y posibilidades, es un grave error pensar que todos debemos de dar por igual.
"Una pareja sana es el principio de una buena vida y el sostén de un mundo mejor".*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2023 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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