En principio tendríamos que comprender que dar no requiere nada a cambio, ni siquiera que me den las gracias, es un desinterés del resultado de lo que se da.. es simplemente el placer que genera en el corazón poder servirle al otro….
Nos gusta dar porque nos complace compartir, también es una necesidad de mostrar amor y recibir, es un aprendizaje de aceptar que otro puede darme algo.
Cada vez que damos algo, en todo termino, el que crece es el que lo está haciendo, el otro sólo recibe una parte…
La magia sucede cuando descubrimos que el Amor está fundamentado en esta saludable capacidad que tenemos para dar y recibir.
Existen tantas formas de dar: cariño, acompañamiento, confianza, respeto, sonrisas, abrazos, contención, presencia, servicio, escucha, elogiar, ofrecer nuestro tiempo, paciencia, etc.
Estamos en abril, el mes de los niños y parece ser, que comprar nos lleva a sentir que es una forma más efectiva, para decirles que los amamos y cuánto los valoramos. Hagamos algo distinto este año, no por ahorrar, si no para entregar algo de mayor valor para el corazón. Para empezar haz cartas de amor y gratitud para cada uno de tus niños y diles cómo han trasformado tu vida por su presencia y las gracias por haber enriquecido tu existencia.
Permitamos que este flujo de energía entre a nuestras vidas de una forma más amorosa, el universo tiene muchas maneras de avisarnos que estamos en el buen camino… recibimos tanto, que a veces se nos olvida agradecer, porque no viene de la persona que queríamos, sin embargo, voltea y mira tu vida… ¿cuánto has recibido que no te habías dado cuenta?...
BRILLA SIEMPRE
MEG
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