PON TUS EMOCIONES "EN FORMA"

13663260661?profile=RESIZE_400xEn el verano, las redes sociales te bombardean con retos para bajar de peso, para iniciarte en el entrenamiento físico, para practicar pilates de pared, para iniciar una rutina de antienvejecimiento; pero aquellos retos que implican “poner tus emociones en forma”, seguramente que son los menos, o pasan inadvertidos, porque sus resultados son internos e implican mucha voluntad y autodisciplina para que empiecen a notarse por fuera, es decir, en tus relaciones con los demás.

Hoy te invito a reflexionar, sobre los pasos que podrías seguir para mejorar la relación con tus emociones y contigo misma, para que esto se refleje en tu actitud ante la vida.

Cualquier rutina para llegar a tener una gran forma emocional inicia con un autodiagnóstico, es decir “pesarte y tomarte medidas emocionales”, que incluya algunas preguntas, como las que a continuación te muestro:

1.- ¿Qué es lo que más me gusta de mí?

2.- ¿Me caigo bien?, cuando no es así, ¿qué es lo que exactamente me pone de malas acerca de mis actitudes o comportamiento?

3.- ¿Me estresa el hecho de causar una buena impresión a los demás?

4.- ¿Dejo que otros decidan por mí?

5.- ¿Sé distinguir exactamente lo que siento, en cada situación que se me presenta?

6.- ¿Qué trampas me pongo cuando me da miedo luchar por mis objetivos?

7.- ¿Me parece correcta la forma en que reacciono frente a cualquier problema?

Existen muchos tests que pueden hablarte de tu personalidad, sin embargo, dedicando un tiempo al autoanálisis, y si eres honesta, podrás distinguir en qué parte de tu ser “brillas” y dónde están los aspectos “oscuros” que te hacen sentir mal o te causan frustración.

El segundo paso es  hablar contigo, como si fueras tu propia entrenadora, para priorizar, ya que te desesperarás si deseas atender simultáneamente todo lo que no te gustó; concéntrate en aquello que más problemas te ha causado hasta ahora, o en lo que inviertes más tiempo pensando, dándole vueltas y sin iniciar el cambio requerido.

Si tienes claridad en lo que deseas transformar internamente, entonces estás preparada para el paso tres: generar un objetivo de “entrenamiento”, solo uno, pero que sea consistente y altamente motivador. Convéncete de que trabajar en ti es lo mejor que puedes hacer para abrir caminos en la vida.

El cuarto paso es “armar tu rutina”. Así como lo hace la gente que va al gimnasio, al determinar cuánto tiempo dedicará al cardio, qué día hará tren superior, qué otro trabajará tren inferior y qué días ejercitará el abdomen; bueno, pues tu entrenamiento emocional también requiere de acciones concretas: qué días de la semana, a qué hora y por cuánto tiempo realizarás cada actividad que te impulse a aceptarte, a quererte y a ser más feliz siendo tú misma. Algunas ideas, son:

1.- Realizar actividades con conciencia plena, para entrenarte en el “aquí y ahora”, por ejemplo, mindful eating, mindful walking, mindful driving, o cualquier otra que te ayude a estar contigo misma, sin pensar en nada más, que lo que estés haciendo en ese momento.

2.- Iniciar tu diario de agradecimientos, para que anotes, diariamente, aquello por lo que te sientas inmensamente afortunada, desde tener una cama y una habitación para descansar, hasta el privilegio de escuchar las aves cantar, o tener un rico café para degustar.

3.- Armar tu “visión board”, un tablero hecho del material que tengas a la mano y que decores con ilustraciones y frases significativas de lo que quieres para tu vida.

4.- Meditar; con el tipo de meditación y en el espacio en el que te sientas más cómoda, para ser consciente de tu respiración, disminuir la producción de cortisol y bajar con ello el estrés.

5.- Practicar el perdón, no porque el agresor o agresora lo merezca, sino porque tú mereces quitarte ese peso de encima y estar en paz, puede servirte el “Hoponopono”

6.- Crear tus frases “ancla” para cuando estés a punto de “estallar” y de sucumbir ante tus impulsos. Diseña una frase que te funcione, que te permita tomar un respiro antes de gritar, ofender o atacar, por enojada que te encuentres.

7.- Ejercitarte físicamente. ¡Sí!, forma parte de tu rutina para poner en forma tus emociones porque al ejercitar tu cuerpo activas las endorfinas (que generan bienestar y disminuyen el dolor emocional), la dopamina (que es la hormona del placer) y la serotonina (que impulsa los sentimientos positivos y la autoestima), entre otras.

El quinto paso es realizar un seguimiento quincenalmente, para darte cuenta de cómo te vas sintiendo y reforzar lo que haga falta, o ir incluyendo algunas otras actividades. Apóyate de una agenda o calendario, palomea lo que vas haciendo y felicítate por ello. Si en algún momento no pudiste cumplir con alguna parte de la rutina, no te des por vencida; sé compasiva y continúa con el reto. Te lo agradecerás siempre.

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