Los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en el año 2030, ¿lo sabías?
Hoy, 10 de octubre, conmemoramos el Día Mundial de la Salud Mental, una oportunidad para reflexionar sobre una realidad que afecta a millones de personas y que, sin embargo, sigue envuelta en estigmas y desigualdades. La salud mental, que es tan importante como la física, requiere de un entendimiento profundo, y también de una mirada con perspectiva de género para entender cómo las desigualdades impactan en nuestro bienestar emocional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 8 personas en el mundo vive con un trastorno mental. Detrás de esta cifra se encuentran hombres y mujeres que enfrentan retos particulares debido a su contexto social, cultural y económico. Analizar estos datos con perspectiva de género nos permite ver más allá de los números y comprender cómo las expectativas y presiones diferenciadas afectan la salud mental de manera única.
Salud mental y mujeres: una carga silenciosa
Ser mujer se considera un factor de riesgo cuando hablamos de salud mental, de hecho, las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión en comparación con los hombres. ¿Por qué ocurre esto? Las causas son multifactoriales y complejas, pero algunos factores clave que podemos destacar son: la violencia de género, que genera ansiedad, estrés postraumático y depresión; la sobrecarga de los trabajos de cuidado, que es asumida mayoritariamente por mujeres; el trabajo doméstico y el cuidado de familiares, que no solo son tareas no remuneradas sino también emocionalmente agotadoras; y el perfeccionismo que suele inculcarse en las mujeres desde pequeñas, promoviendo la idea de que deben cumplir con múltiples roles de manera impecable: ser profesionales exitosas, madres ejemplares, parejas perfectas y cuidar de otros antes que de sí mismas.
En este sentido, un estudio reciente señala que el 56% de las mujeres se siente desbordada por la carga emocional y mental, mientras que en los hombres este porcentaje es del 30%. Por tanto, esta diferencia pone de manifiesto una desigualdad estructural en la distribución de las responsabilidades familiares y sociales.
Hombres y salud mental: el peso de la invisibilidad
La salud mental afecta también a los hombres, por supuesto, aunque sus manifestaciones el impacto suelen ser diferentes. Por ejemplo, la tasa de suicidios es tres veces mayor en los hombres que en las mujeres, y esto está vinculado con la socialización de la masculinidad: se espera que los hombres no muestren vulnerabilidad, que sean fuertes, independientes y capaces de manejar todo por sí mismos. Expresar emociones, pedir ayuda o mostrar fragilidad se perciben, erróneamente, como signos de debilidad. Esta presión, muchas veces silenciosa, lleva a que muchos hombres no busquen ayuda profesional cuando la necesitan y provoca que el suidicio sea la primera causa de muerte no natural en muchos países.
La perspectiva de género, clave para la salud mental
Entender las diferencias de género en la salud mental no es solo una cuestión académica sino que es un paso fundamental para diseñar soluciones efectivas. Es necesario derribar los estigmas asociados a los trastornos mentales, comprender las realidades particulares de mujeres y hombres y, sobre todo, apostar por la empatía y el apoyo mutuo, de la mano junto a administraciones públicas y organizaciones sociales.
¿Qué podemos hacer para mejorar la salud mental de mujeres y hombres?
- Visibilizar y hablar sobre la salud mental, desafiando los estigmas que afectan tanto a mujeres como a hombres. Hablar de nuestras emociones y de nuestras luchas no es sinónimo de debilidad; es un acto de valentía y un paso hacia la sanación.
- Demandar políticas públicas inclusivas que reconozcan las particularidades de género y aseguren un acceso igualitario a servicios de salud mental. No se trata solo de aumentar la inversión en estos servicios, sino también de formar a profesionales que comprendan el contexto específico de mujeres y hombres.
- Fomentar la corresponsabilidad en las tareas de cuidado y trabajo doméstico, liberando a las mujeres de la sobrecarga que afecta su bienestar.
- Educar desde la infancia, enseñando a los niños y niñas a expresar sus emociones libremente, sin etiquetas de género. Se estima que el 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años, y el 75% antes de los 18, por tanto, como sociedad tenemos el gran reto de poner el foco en la prevención a edades tempranas.
La salud mental no tiene género, pero las circunstancias que la afectan sí. Este Día Mundial de la Salud Mental es una invitación a romper el silencio, a entendernos y a apoyarnos. Todas las personas merecemos un espacio para cuidar nuestra mente sin sentirnos juzgados, y eso solo lo lograremos con un cambio cultural que apueste por la igualdad, el respeto y la comprensión.
Trabajemos juntas para que la salud mental sea una prioridad y para que ninguna mujer ni hombre sienta que debe enfrentar sus retos en silencio. Porque cuidar nuestra mente es también cuidar de nuestra libertad, de nuestro poder y de nuestra capacidad de ser felices.
Aquí te dejo 5 tips para un buen autocuidado emocional:
1. Establece límites saludables, aprende a decir "no" sin sentirte culpable.
2. Cuida tu diálogo interno, cambia la culpa por compasión.
3. No esperes a sentirte mal para cuidarte y dejar que te cuiden. Dedica momentos exclusivamente para ti, aunque sean sólo 15 minutos al día. Leer un libro, escuchar música o simplemente descansar sin preocupaciones es esencial para mantener tu equilibrio emocional.
4. Rodéate de personas que te sumen, te apoyen, te escuchen y te inspiren. Construir una red de apoyo sólida, ya sea de amigas, familiares o grupos comunitarios, es fundamental para el bienestar emocional.
5. Busca ayuda profesional: no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. La terapia es un espacio para explorar tu mundo interno y encontrar herramientas para enfrentar los retos específicos que enfrentas como mujer.
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