Soy mamá y abuela, y ahora entiendo porque se dice que hay cosas que hacemos mejor los abuelos que los propios padres.
Cuando eres papá o mamá, muestras tus sentimientos de afecto, ternura, reconocimiento, pero la mayoría de las veces permanecen en un segundo plano, ya que el primero está ocupado por el sentido de responsabilidad, exigencia y autoridad.
Eres consciente que educar a tus hijos con límites, reglas y disciplina es importante; que de ti depende en gran parte su desarrollo integral para que sean jóvenes y adultos de bien.
Es común escuchar a los padres sobre lo difícil que es ésta tarea, que nunca estudiaron para serlo, y que cuando nace un hijo no trae un manual de educación bajo el brazo.
Y por otro lado escuchamos a los abuelos hablar de lo gratificante que es tener nietos, afirmar que son la cereza del pastel. ¿Qué sucede realmente?
Cuando eres padre, la responsabilidad no te permite disfrutar al máximo. Cuando actúas como abuelo, como la educación de los niños está a cargo de los padres, puedes divertirte.
Los abuelos dan rienda suelta a sentimientos que probablemente contuvieron cuando eran padres. Situación que no debiera de suceder, pero que en la mayoría de los casos así es.
El vínculo entre nietos y abuelos es maravilloso y muy importante para los niños. Está generalmente marcado por el pasarla bien, la contención y la protección, donde circula el afecto y la aceptación.
Lo fuerte de este lazo radica en que permite sentir la trascendencia generacional para ambos, la comprensión de las etapas de la vida, al mismo tiempo que es un puente para transmitir y recibir saberes, valores y la idiosincrasia propia de cada grupo familiar.
Son dos funciones diferentes y complementarias, por lo que no se debe competir o sentir celos unos de otros.
Para tus hijos, sus abuelos son ídolos. Con ellos se portan mucho mejor que en casa. Una relación entrañable que se alimenta de paciencia, diversión y amor incondicional.
Te invito a que si eres mamá o papá fomentes en lo posible la relación de tus hijos con sus abuelos; y si tienes nietos, consiéntelos, amálos y dale rienda suelta a tus emociones. Eso hará que te sientas mucho más vivo y alegre cada día.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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