EL PODER FEMENINO DE SOLTAR Y ABRIR ESPACIO A LO NUEVO

13709829897?profile=RESIZE_710xHoy, 22 de octubre, comienza el otoño, una de las estaciones más simbólicas del año. Nos recuerda, con la caída de las hojas, que todo tiene un ciclo y que nada permanece estático. Los árboles, en un acto de sabiduría natural, dejan ir lo viejo para prepararse a recibir lo nuevo. Y aunque pueda parecer un acto de pérdida, en realidad es un gesto de confianza y renovación.

Las mujeres, al igual que la naturaleza, también necesitamos aprender a soltar. A veces cargamos con culpas, miedos, relaciones tóxicas, rutinas que nos drenan o incluso expectativas que ya no nos corresponden. Aferrarnos a lo que no funciona solo nos resta energía y nos impide avanzar hacia la vida plena que merecemos. El otoño nos invita a detenernos, mirarnos y hacer esa limpieza interior que tanto necesitamos.

Soltar no significa fracasar ni rendirse. Significa reconocer que lo que alguna vez fue importante ya cumplió su papel en nuestra historia. Y del mismo modo que las hojas secas nutren la tierra para que todo vuelva a florecer, cada experiencia que dejamos ir nos prepara para lo que está por venir. En este proceso, la clave es confiar en que el vacío que queda no es pérdida, sino espacio para nuevas oportunidades.

Muchas veces nos cuesta desprendernos porque tememos lo desconocido. Sin embargo, aferrarnos a lo viejo es como intentar que un árbol mantenga sus hojas marchitas: se estanca, se marchita, pierde fuerza. La verdadera valentía está en abrir los brazos al cambio, en aceptar que la vida es movimiento y que la renovación es necesaria para crecer.

El otoño, con su belleza melancólica, nos recuerda también que soltar puede ser un acto de amor propio. Al dejar ir lo que no nos hace bien, nos regalamos paz, ligereza y claridad. Nos convertimos en mujeres más libres, capaces de tomar decisiones desde la autenticidad y no desde el miedo.

Cada hoja que cae es una invitación a pensar: ¿qué quiero soltar en mi vida? Puede ser un pensamiento limitante, un vínculo que nos lastima, una costumbre que nos frena. Hacer esta reflexión nos ayuda a tomar conciencia de que siempre podemos elegir y que esa elección marca la diferencia entre quedarnos atrapadas en el pasado o avanzar hacia el futuro.

Así como los árboles se preparan para florecer de nuevo, también nosotras podemos usar este otoño como un punto de inflexión. Que sea el momento de soltar con gratitud y de abrir espacio para lo bueno que está por llegar. Porque solo cuando nos vaciamos de lo que sobra, podemos llenarnos de todo aquello que nos nutre y nos hace crecer.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos