En momentos de penuria económica y laboral como los que vivimos ahora, es cuando más conviene enfocar la mente en las pequeñas alegrías del día a día que pasan inadvertidas.
Cuando escasean las grandes razones para sentirse feliz y confiado, conviene redescubrir los sencillos goces cotidianos que nos regala la vida. No se trata de escapar de la dura realidad sino de ampliar
nuestra visión y valorar los detalles, para levantar el ánimo y hacer acopio de fuerzas para afrontar nuevos retos.
“Las prisas, las obligaciones y responsabilidades hacen que nos metamos en una vorágine sin dejar apenas tiempo para disfrutar y apreciar los detalles y las pequeñas cosas que nos pasan”, señala la psicoterapeuta Iria Salvador, especializada en psicoterapia humanista (www.iriasalvador.com).
Para Salvador, “aprender a disfrutar de las pequeñas cosas que nos brinda la vida es uno de los mayores regalos que nos podemos hacer a nosotros mismos, prácticamente cada día, ya que eso nos permite vivir cada momento como si fuese único y con conciencia plena”.
Comentarios
Claro la vida nos da tantas oportunidades de ser felices, de disfrutar, solamente es cuenstión de actitud, de ver lo positivo de todo, de los momentos, porque eso es la vida, un momento un instate en el que el ver el cielo, las estrellas, sentir el calor del sol es maravilloso. Gracias