La mejor manera de proteger a nuestros hijos es reforzar las lecciones aprendidas durante estos tiempos difíciles. Lo podemos lograr cuando manejamos nuestros propios sentimientos y experiencias visualizando, cómo esto los ayuda a construir resiliencia. Nunca exageres para controlarlos o minimices la situación tratando de no darle la importancia requerida.
Te comento algunas situaciones que pueden presentarse para retomarlas y así aprender…
"Me siento impotente": Encuentra lo que si puedes hacer
Soluciona lo que sí se puedes. Use la palabra “todavía" en aquello que no has logrado, te ayudará a disminuir la ansiedad. ¡Por ejemplo, en vez de decir “nunca podré lograrlo!" puedes decir “no lo he logrado todavía". No aceptes el fracaso o la decepción como algo permanente, ve los contratiempos como oportunidades para intentarlo nuevamente y e forma diferente.
"No puedo hacer todo": Aprende a dejar ir
Mantente saludable, fuerte y compasivo/a primero contigo mismo. Cuida a los que son más vulnerables. Déjales saber, a los miembros de su familia, que son amados, valorados y reconocidos. Haz lo necesario para mantener un techo sobre tu cabeza y comida en la mesa. Todo lo demás puede esperar.
"Estoy muy decepcionado": Encuentra esa alegría en cada detalle, mantén un propósito
Ayuda a sus hijos a ver la diferencia que pueden hacer en la vida de los demás y lo bien que se siente servir. Esto puede mejorar tu propia capacidad de recuperación porque experimentarán la alegría de dar a la vez que verán los problemas de otros y encontrarán ese sentido de vida. También es importante, aprenderán que no hay nada de malo en pedir y recibir.
"Tenía tantos planes que no han resultado": Cuando no puedes cambiar las cosas, resignifica tu ser.
Muchos de nuestros planes no salen bien. Concéntrate en lo que puedes hacer realidad; antes de querer algo nuevo (objetivo, hábito, plan, etc.) valora lo actual, asegúrate de que esté vigente y que sea tuyo (no adoptado por quedar bien o demostrar algo o por buscar aceptación)
"Extraño a mi familia y amigos": Las relaciones nos fortalecen
Este es un momento que definirá a una generación. Si esta generación aprende que cuando los tiempos se ponen difíciles, las personas se unifican, será esta generación la que podrá llevarnos a compartir un futuro mejor. Un futuro en el que mantengamos a quienes amamos más cerca y ofrezcamos a quienes son vulnerables el apoyo adicional que merecen.
"¿Las cosas serán así para siempre?": Esperanza
La resiliencia es algo más que recuperarse. Se trata de adaptarse, de crecer y volverse más fuerte. Estar preparado para el próximo desafío, pero también estar preparado para saborear todo lo que la buena vida tiene para ofrecer. Esperamos que cuando lea esto, los tiempos más difíciles hayan pasado. Pero, también esperamos que estas lecciones perduren.
“¿Si no puedo abrazar a mis seres queridos, como les transmito mi amor?": El poder de las palabras es inmenso!
Todos sentimos que de alguna forma no podemos hacer una de las celebraciones más lindas: transmitir el cariño y el apoyo a través de los abrazos. Nuestra cultura es una cultura de “contacto físico": los abrazos reconfortan y nos dan fuerzas. Pero mientras aprendemos como abrazarnos de forma tal de estar protegidos (con máscaras, manos lavadas y demás), tenemos la posibilidad de reforzar algo que es mágico, y a veces en esta vida tan rápida se nos olvida: el valor de las palabras que alientan y fortalecen. Cuando le decimos a alguien con palabras CUANTO lo queremos y porqué, el valor de eso es muchísimo más poderoso y duradero que un abrazo. Aprender a manifestar el amor en voz alta es super importante, y estos tiempos nos presenta la oportunidad perfecta para practicar esto más y más.
“Ya, que sea lo que el destino nos depare. ¡Yo sigo mi vida como antes"!: El fatalismo y el negativismo son síntomas de desesperación, no consejos a seguir
A veces cuando sentimos que no podemos controlar muchos aspectos de nuestra vida, nos rendimos, y dejamos de hacer lo que nos han recomendado para cuidarnos porque nos sentimos sobrepasados por esas reglas o pasos a seguir. Nos inunda el pesimismo y entonces, no hacemos nada para tratar de solucionar un problema. ¡No es así! Esa sensación es solo la muestra de falta de esperanza, no te dejes engañar, puedes hacer una diferencia y protegerte de esta pandemia, aunque tenga que ir a trabajar. TODOS podemos protegernos, y lo que es más importante, a toda nuestra familia y comunidad.
La incertidumbre es aterradora, pero saber que no estamos solos para resolverlo nos consuela. Cualquier individuo solo es vulnerable, pero unidos somos más fuertes que la combinación de cada una de nuestras fortalezas individuales. Todos podemos turnarnos entre obtener fuerza de los demás y ser una fuente de fortaleza para otros. ¡Pasaremos por esto cuando logremos estar unidos!
De la mano y en familia!
@Coach Gina Vega
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