En mayor o menor medida, nos encontramos con situaciones en la vida en las que nuestras expectativas no se cumplen, o incluso todo sucede al contrario de lo que nos gustaría.
Dejando de lado los motivos por los que hayamos llegado a esas situaciones, es importante saber afrontarlas para no caer en derrotismos, sentimientos de culpa, y mucho menos en complejos inútiles.
Todos cometemos errores. A todos nos salen las cosas distinto de lo que esperamos en alguna ocasión, o incluso frecuentemente. Nadie ni nada es perfecto. Cualquier situación, ya sea buena o mala, es susceptible de ser interpretada de modos muy distintos, de encontrar en ella cosas buenas y cosas malas.
Cuando lo que encontramos en nuestro camino es distinto de lo que nos gustaría, es una gran oportunidad para analizar el mensaje que estamos recibiendo ahí. Más allá del por qué hemos llegado hasta ese punto, la cuestión es cómo puedo aprovechar esa situación para mejorar en el futuro. De mí depende el sacar provecho o no de la situación, por mala que parezca.
Personalmente tengo la concepción de que todo cuanto acontece en nuestra vida es para nuestro bien. Por duro que pueda parecer, todo forma parte de nuestro propio desarrollo, y debemos aprender de cada tropiezo para mejorar como persona.
Bajo este prisma, los mensajes aparecen, y se repiten hasta que los interpretamos, o hasta que ya nos dejen de ser útiles. En consecuencia, cuando somos incapaces de interpretar el mensaje, este reaparece en nuestro camino, incluso con mayor fuerza.
Lee el mensaje cuando lo tienes delante. Saca tus propias conclusiones de lo que debes cambiar en tu vida. Y cámbialo. Será la forma de que ese mensaje desaparezca para siempre.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
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