El último trimestre del año siempre nos invita a reflexionar: ¿qué quiero dejar atrás antes de comenzar un nuevo ciclo? Para muchas mujeres, esta pregunta se traduce en algo más profundo: ¿qué me está frenando para alcanzar la vida y el liderazgo que deseo?
La realidad es que, más allá de los techos de cristal externos, existen barreras invisibles que nosotras mismas, muchas veces sin darnos cuenta, hemos interiorizado. Y son estas las que, si no las desactivamos a tiempo, pueden limitar nuestro crecimiento personal y profesional.
Hoy quiero compartir contigo cinco de esas barreras y, sobre todo, cómo transformarlas en impulso antes de llegar al 2026.
La autoexigencia extrema
Nos han enseñado a ser perfectas en todo: en el trabajo, en la familia, en la imagen, en los estudios. Pero la perfección es una trampa que nos roba energía y nos deja una sensación constante de “no ser suficiente”.
Cómo desactivarla:
- Aprende a poner límites y a decir que no.
- Sustituye la pregunta “¿está perfecto?” por “¿es suficiente y útil?”.
- Celebra los avances, aunque sean pequeños.
Frase para recordar: La excelencia suma, la perfección asfixia.
El síndrome de la impostora
Ese miedo a no estar a la altura, a que descubran que “no sabemos tanto como aparentamos”, lo vivimos el 60% de las mujeres líderes al menos una vez en su vida. Este síndrome no solo frena ascensos, también apaga nuestra voz en reuniones y proyectos clave.
Cómo desactivarla:
- Haz un inventario de tus logros: ponlos por escrito, míralos con objetividad.
- Busca una mentora o red de apoyo femenina.
- Practica hablar de tus éxitos sin disculpas ni diminutivos.
Frase para recordar: No eres una impostora: eres fruto de tu propio esfuerzo.
El miedo a incomodar
Las mujeres hemos sido educadas para caer bien, para agradar. Pero a veces, el miedo a incomodar nos hace callar cuando deberíamos hablar, aceptar cuando querríamos proponer y ceder cuando sabemos que podemos liderar.
Cómo desactivarla:
- Recuerda que no se puede liderar sin tomar decisiones.
- Da tu opinión en espacios pequeños para ganar seguridad.
- Cambia el “¿les gustará?” por “¿es lo correcto y necesario?”.
Frase para recordar: La incomodidad es a veces la antesala del cambio.
La falta de tiempo para nosotras
Entre trabajo, familia, proyectos y redes sociales, muchas mujeres ponemos nuestras necesidades al final de la lista. Pero crecer profesionalmente exige tiempo para formarse, para pensar, para crear.
Cómo desactivarla:
- Agenda cada semana al menos una hora “sagrada” para ti: lectura, formación, descanso.
- Automatiza o delega tareas repetitivas.
- Recuerda que priorizarte no es egoísmo, es autocuidado.
Frase para recordar: Cuidarte a ti misma es la primera tarea de liderazgo.
El techo mental
Antes de romper techos de cristal externos, necesitamos reconocer que a veces el primer límite está en nuestra propia mente: “esto no es para mí”, “no voy a poder”, “ya es tarde”.
Cómo desactivarla:
- Revisa qué creencias te limitan y cámbialas por afirmaciones potenciadoras.
- Rodéate de mujeres que ya han llegado donde tú quieres llegar.
- Ponte objetivos ambiciosos, aunque den vértigo.
Frase para recordar: El techo de cristal más duro es el que nosotras mismas sostenemos.
Si desactivamos estas cinco barreras antes de que acabe el año, llegaremos al 2026 con un motor renovado: más confianza, más claridad y más libertad para decidir hacia dónde queremos llevar nuestra vida y nuestro liderazgo.
Porque crecer no es solo cuestión de oportunidades externas; también es cuestión de romper las barreras internas que nos impiden brillar con toda nuestra luz.
¿Te animas a empezar hoy?
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