Últimamente me ha dado por pensar que la mayoría de personas vivimos esta vida como aficionados. Venimos sin manual de instrucciones, vamos a ciegas, dando tumbos, y tropezando una y otra vez en las mismas piedras. La mayoría acabamos convirtiéndonos en rehenes de nuestras creencias y emociones.
Y esto ocurre porque no se nos enseña a reprogramar ese piloto automático que todos tenemos y que se llama mente subconsciente. Nuestro subconsciente es el responsable de todo lo que hacemos sin pensar, de todas nuestras reacciones, emociones y decisiones automáticas que no pasan por nuestro pensamiento consciente.
Imagina que tuvieras los cordones de los zapatos atados entre sí. En esas condiciones te resultaría difícil caminar por terrenos llanos, y casi imposible por lugares con pendiente o simplemente con baches. Tropezarías con facilidad, caerías, te harías daño, sentirías impotencia, rabia, etc. Y por supuesto, serías incapaz de caminar al ritmo que realmente puedes, vivirías haciendo un uso limitado de tus capacidades reales.
Esta metáfora no es algo imaginario. Es una situación real que prácticamente todos experimentamos en nuestro día a día sin ser conscientes de ello. Esos cordones que nos limitan son invisibles, pero reales. Tenemos creencias, bloqueos emocionales, traumas, y otros condicionamientos energéticos, que nos facilitan o nos impiden desarrollar todo nuestro potencial.
Creencias del tipo “soy un perdedor”, “todo me sale mal”, “no soy digno de ser respetado”, etc., nos atan en corto, y nos hacen tropezar una y otra vez, buscando la coherencia entre nuestra vida y dichas creencias.
Los bloqueos emocionales y los traumas disparan en nosotros estados emocionales que nos desagradan, y que secuestran parcialmente nuestras capacidades mentales. Cada vez que un bloqueo emocional se activa se produce una desactivación parcial de los lóbulos prefrontales, reduciendo nuestra capacidad de pensamiento y de raciocinio. En estas situaciones nos limitamos a tener respuestas puramente instintivas.
La buena noticia es que en la actualidad disponemos de los conocimientos para desatar esos cordones con facilidad y rapidez, obteniendo la libertad para vivir con mayor control y sabiduría. Ahora ya tenemos un nuevo capítulo del manual de instrucciones, y podemos tomar el control de nuestra programación subconsciente para vivir del modo en que nosotros deseemos, sintiendo en todo momento las emociones que queremos sentir.
Venimos a esta vida para “vivir y adquirir experiencias”, y podemos hacerlo de dos modos distintos: como aficionados, viviendo a remolque de la programación que vamos adquiriendo sin control consciente alguno; o como profesionales, tomando un papel activo en la programación que nuestro subconsciente tiene y utiliza para generar nuestra realidad. Yo, sin duda, me quedo con esta última opción.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Método Integra”, “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
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