El café es una excelente excusa para dialogar con amigos en una confitería o en un restaurante. Allí hablamos del clima, de la política, del deporte y de todos los temas que surgen espontáneamente de ese deseo de comunicación natural que tenemos los seres humanos.
Algo bien diferente sucede cuándo nos disponemos a tomar un café con nosotros mismos, para iniciar una mirada en el espejo del alma para hacer un balance del grado de satisfacción o insatisfacción con lo que la vida nos devuelve.
No estamos acostumbrados a tomar un café en soledad, y el café es un símbolo; lo importante es hacerse un tiempo para instrumentar un diálogo interno que nos haga tomar contacto con nuestras fortalezas y con lo mejor de nuestra persona, a la vez que nos permita visualizar cuáles son las debilidades que deberemos transformar en nuevos puntales que nos ayuden a alcanzar nuestras metas y objetivos en el menor tiempo posible.
¿Cuándo es el mejor momento de sentarnos a tomar ese café real o imaginario? Veamos… revisa tu agenda y fíjate si en las obligaciones que has cumplido en la última semana, ha habido un lugar para ti. Me animo a decirte que probablemente hayas cumplido con una cantidad de responsabilidades y es más quizá hayas sido eficiente y eficaz en lo que te habías propuesto, pero ese vértigo en el que te encuentras, no te ha permitido ubicar la necesidad de encontrarte con el café.
Mira… no importa la hora, no importa el lugar, no importa si es de día o de noche, lo que sí interesa es que tú sientas la necesidad de hacer un alto en el camino para descubrir lo mejor de tu persona y comenzar a hacerte amigo de ti mismo.
Te sorprenderás con esta última afirmación, pero debo decirte que no todos somos verdaderos amigos de nosotros mismos. Es más, el gran enemigo no está fuera de nosotros, sino en nuestro interior. Somos nosotros los que nos dejamos manipular, somos nosotros los que nos ponemos un techo y creemos que no podemos crecer más; somos nosotros los que muchas veces perdemos la confianza en nuestros procesos de pensamiento, perdiendo también el respeto por nuestra propia persona.
Esto es ni más ni menos que una devaluación de nuestra autoestima, un puntal fundamental para poder cumplir con nuestros sueños. ¿Es posible que algo de esto te esté sucediendo?
Te invito a darle un sentido práctico a esta “ceremonia” de tomar un café con nosotros mismos. Supongamos imaginariamente que el café está servido… ¿por dónde empezamos? Te sugiero lo siguiente: comienza por contestarte estas cuatro preguntas que te ubicarán en tu realidad y te ayudarán a reconocer el escenario dónde se está desarrollando tu vida:
- qué quiero para mi vida de aquí en adelante?
- qué no quiero para mi vida?
- qué precio estoy dispuesto a pagar en cuanto a compromiso para lograr aquello que quiero?
- qué necesito para sentirme bien?
Si hay algo que estas cuatro preguntas tienen en común es que únicamente las respuestas pueden emerger del centro de tú propia persona. Nadie por más cerca que esté de ti, o que quiera lo mejor para tu presente y tu futuro, puede interpretar lo que íntimamente sientes respecto de tu vida. Haz el ejercicio de contestar estas interrogantes a las que podrás agregar otras que tengan que ver específicamente con lo que hoy te sucede en la vida.
Admite que todo lo que te sucede tiene más de una interpretación, y que la vida siempre te entrega una nueva oportunidad. Si sientes que estás en una encrucijada de la cuál no puedes salir solo o sola, pide ayuda, no es una vergüenza. Todos los seres humanos hemos atravesado, estamos atravesando, o atravesaremos por una crisis personal, o por un período difícil y necesitamos de ayuda.
Esa ayuda no resolverá tus conflictos. Simplemente será una opinión objetiva acerca de lo que hoy estás vivenciando. La clave está en encontrar herramientas que te permitan vivir mejor.
La presentación está hecha. Nos seguiremos encontrando con próximas entregas acerca de cómo manejarte en un mundo que cada vez te exige más y que requiere de una gran flexibilidad y capacidad de adaptación de tu parte a los cambios vertiginosos que se suceden día a día.
También si lo deseas puedes escribirme, y a pesar de la distancia trataré de orientarte puntualmente.
Muchas gracias por tu atención.
Dr. Walter Dresel
Autor de los libros:
- El lado profundo de la vida
- Toma un café contigo mismo
- Entre tú y yo
- Un sueño posible
- Lo que quiero para mi vida
- El espejo del alma
- Yo te manipulo … y ¿tú que haces?
- Caminos de fuego
- Hilos de plata, años de oro
- En el límite
- Vuelve a empezar
- Reflexiones para tu vida
- Preguntas clave
- Perlas de Luz
- Hablemos de lo que no se habla
- Toma un segundo café contigo mismo
- El jardín de tu corazón.
- El impacto del estrés
- La soledad en tiempos de pandemia
- El amanecer de un mundo diferente
- El arte de curar el alma
- El ser humano ante sí mismo.
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