Cuando venimos a esta vida lo hacemos con un “cuerpo físico”, un vehículo que posee unas características y prestaciones mayores de las que puede tener la computadora más potente del mundo. Ahora bien, venimos sin el manual de instrucciones. No se nos acostumbra a enseñar cómo debemos utilizarlo para sacar ni siquiera una pequeña parte de las prestaciones que podemos llegar a desarrollar.
Tenemos en nuestras manos el equivalente de un coche de fórmula 1, pero aprendemos a conducirlo en base a prueba y error, sin instrucción alguna, y sin saber siquiera qué prestaciones podemos sacar de él. Evidentemente, eso nos lleva chocar en multitud de ocasiones, y a no sacarle buena parte del rendimiento posible.
Esta forma de enfrentarnos a la vida nos lleva a vivir de un modo reactivo. Nuestro vehículo reacciona a los estímulos que le ofrecemos en cada instante, desencadenando reacciones de todo tipo, mentales, emocionales, e incluso físicas. En función de la programación que tengamos, esas reacciones no tan solo nos gustarán o no, sino que también nos permitirán sacar buena parte del potencial que tenemos o no.
Nuestra mente consciente, la que nos permite pensar, tiene unas capacidades muy limitadas, ya que están restringidas a aquello que pensamos en cada instante. Es en la programación de nuestra mente subconsciente donde está la clave que nos permite utilizar o no buena parte de las capacidades que tenemos.
Cuando nuestro subconsciente está perfectamente programado para desarrollar todo nuestro potencial, la vida fluye y las emociones que dirigen nuestra vida acostumbran a ser positivas: confianza, seguridad, realización, amor, compasión,…
Cuando nuestro subconsciente está programado con creencias limitantes y bloqueos emocionales, aparecen las dificultades, la vida nos parece difícil, las complicaciones se cruzan habitualmente en nuestro camino, y vivimos con la sensación de no tener el control de nuestra vida. En estos casos, nuestra vida está dirigida por emociones que nos desagradan como el mido, la angustia, el rencor, la insatisfacción,…
Afortunadamente el manual de instrucciones que nos permite tomar el control de nuestra vida existe, y es infinitamente más sencillo que el manual de instrucciones de un auto de fórmula 1. Está en nuestras manos el aprender a reprogramar nuestro subconsciente y alinearlo con la vida que deseemos. En Método Integra estaremos encantados de enseñarte a hacerlo.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Método Integra”, “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
Comentarios