¿Somos realmente libres en una sociedad, donde nos controlan a través de los medios de comunicación, redes, sin que nos cuestionemos nada?.
De manera sutil nos van atrapando porque no nos detenemos a reflexionar, nos tragamos las cosas sin darnos un tiempo para preguntarnos ¿qué siento y pienso al respecto de esto?, ¿es verdad?...
En la parte externa es tan evidente, sin embargo las ataduras más fuertes, lo que nos esclaviza, son nuestras emociones, esas cadenas que traemos puestas con nuestros odios, arrepentimientos, culpas, temores, desilusiones, expectativas, creencias limitantes, ego, … ¿cuál es el grosor de las cadenas que te atan?.
La libertad esta fundamentada en poder ELEGIR en el presente, de manera consciente qué sí y que no… asumiendo la responsabilidad de las consecuencias… hay muchas situaciones en las que no hay elección, simplemente son, cuando esto sucede lo único que podemos hacer es confiar y soltar…
¿Podrías hoy detenerte y preguntarte… ¿a dónde va mi vida hoy?... ¿Por qué estoy aquí?, ¿Para qué?, ¿Cuál es mi aportación a este mundo? ¿Cómo podría servir más? ¿Cómo puedo compartir mi conocimiento y experiencias de vida?, ¿qué es la libertad para mi?.. estas reflexiones te llevan al único lugar donde se encuentran las respuestas…TU INTERIOR.
Simplificar y liberarte de todo aquello que te genera ataduras, como: cosas materiales, relaciones, adicciones, rutinas, creencias, prejuicios, ideas, etc.
Ganamos libertad cuando hacemos cosas que amamos, como: amar, viajar, conocer, estar en familia, aprender, investigar, ayudar a otros, cuando Ser es más importante que Hacer..
Cuando encontramos respuestas sólo nos queda la opción de ir tras esa libertad, de manera que disfrutemos al máximo nuestra existencia, sin límites.
La libertad es una conquista, que requiere de voluntad, constancia y decisión, lo que nos lleva a la expansión de nuestra alma.
Claudio Casas escribió en su libro “La paleta del pintor”:
Trabas imaginarias, prejuicios, rigideces e inhibiciones nos privan de nuestra espontaneidad, de nuestra respuesta hábil, de nuestra capacidad de fluir y de ser tal cual somos. De registrar y atender nuestras necesidades y dejar ser a los demás.
¡Para qué la vamos a hacer sencilla si la podemos complicar!
Así sufrimos, nos apagamos, envejecemos.
Un poco de obviedad, un poco de simpleza, un poco de practicidad pueden orientarnos.
¿Qué tal si cuando no quieres, dices que no; cuando te hace daño, lo dejas; cuando necesitas pedir, lo pides; cuando quieres dar, se lo das; y cuando quieres llorar o gritar, lo dejas salir?
¿Qué tal si cuando quieres comunicarte, te abres? ¡Y cuando estás contento, te ríes! ¿Qué tal si cuando ves al otro, lo aceptas como es, sin rotularlo?
¿Qué tal si te quedas aquí y ahora, lo único real, en donde hay tanto que no requiere ni del pasado ni del futuro?
¿Qué tal si te das a tu esencia y te dejas Ser verdadero?
BRILLA SIEMPRE
MEG
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