Fue hasta hace poco cuando escuché por primera vez el término de síndrome de la abuela esclava, pero más fue mi sorpresa cuando al investigar sobre éste confirmé que es un fenómeno reconocido por la Organización Mundial de la Salud y considerado ya como una enfermedad grave desde el año 2001.
¿En que consiste?Afecta a las mujeres maduras que son sometidas a una sobrecarga tanto física como emocional. Presenta manifestaciones como: - malestar general, falta de satisfacción- tristeza, desánimo, falta de motivación- ansiedad- algunas veces, sentimientos de culpa por su malestar- depresión
No cabe duda que la relación abuelos-nietos es una de las más hermosas, gratificantes y fructíferas experiencias humanas. Sin embargo, hay ocasiones en que los abuelos tienen que seguir asumiendo responsabilidades y cargas familiares muy superiores a lo que sus capacidades físicas y mentales pueden soportar.
Cuando se vive esta situación, la mayoría de los hombres declaran abiertamente su incapacidad para asumir cargas excesivas, pero las mujeres, con un gran sentido de responsabilidad, se obstinan en negar y ocultar su propio agotamiento y siguen haciendo más de lo que pueden para no molestar o defraudar a sus propios hijos, que delegan en ellas demasiadas cargas familiares. Y se convierte en una especie de voluntaria esclavitud.
Las razones son diversas:- La delegación del cuidado de los hijos en la abuela materna es una de las estrategias de compatibilización familia-empleo más utilizadas en nuestro país.- Ya sea por no contar con recursos económicos para niñera o guardería.- Porque existen lazos afectivos- Por comodidad- Porque es gratis.
Sin embargo, la abuela también tiene estrés y empiezan a aparecer enfermedades físicas y emocionales en ellas. El sobreesfuerzo prolongado puede provocar o agravar diversas enfermedades, que no se curarán adecuadamente hasta que sus propios hijos sean consecuentes y liberen a la abuela de esta llamada esclavitud.
Te preguntarás ¿por qué se sienten comprometidas las abuelas? ¿por qué no se liberan de estas cargas? ¿por qué asumen estas situaciones como suyas? La mayoría de los casos se debe a la educación y valores aprendidos, porque se sienten responsables del permanente cuidado de la familia y porque es una forma de seguir sintiéndose útiles.
¿Quién es la abuela esclava?• Mujeres que cuidan a sus nietos de forma sistemática.• Mujeres que cuidan a familiares enfermos de forma sistemática.• Mujeres que tienen excesivas responsabilidades familiares en función de sus capacidades.• Mujeres que no tienen libertad para tomar decisiones.• Mujeres que no disfrutan de su tiempo libre como ellas quisieran.• Mujeres que apenas tienen relaciones sociales.• Mujeres que por cuestiones culturales y familiares se sienten obligadas a asumir demasiadas responsabilidades.• Mujeres que tienen miedo a quejarse por represalias familiares (retirada del cariño, chantaje emocional).• Mujeres que consciente o inconscientemente saben que se está abusando de ellas, pero no tienen ni los recursos, ni los medios necesarios para hacer frente a estas situaciones.• Mujeres que posiblemente se sientan maltratadas.
¿Quién es una abuela feliz?• Aporta bienestar a la familia.• Ayuda a sus hijos y familiares en función de sus capacidades físicas y emocionales.• No tiene responsabilidades directas con sus nietos de forma sistemática.• Tiene libertad para decidir que hacer con su tiempo.
Los abuelos poseen una importante influencia en la educación de los nietos, incluso cuando estos ya son adultos. Son guías y consejeros, trasmiten conocimientos, valores y tradiciones; dan un sentido de patrimonio familiar y estabilidad. Los abuelos proporcionan una ayuda crucial a todos los niveles: económico, emocional, de cuidado.
El síndrome de la abuela esclava cada vez es más frecuente en nuestra sociedad, y los familiares debemos estar atentos a este problema. Para prevenirlo, busca el equilibrio entre las capacidades y responsabilidades de la abuela y fomenta el cariño y la comprensión familiar.
Cuidemos mucho esta relación entre abuelos, hijos y nietos, pero sobretodo NO tengamos en nuestra casa a una abuela esclava, sino hagamos de ella una abuela feliz.
Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. ; Facebook: Lucia Legorreta
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