“Primero creamos nuestros hábitos, luego los hábitos nos crean a nosotros” –Charles C. Noble

 

Mucha gente cree que el resultado de sus vidas es producto de la casualidad, situaciones que pasan y que poco tiene que ver lo que cada persona hace. Algunos incluso aseguran que simplemente es cuestión de suerte, que algunos despiertan y la vida les sonríe mientras que la mayoría tiene que conformarse con lo que le pasa.

 

Lo que estas personas desconocen (o tal vez en teoría saben, pero no tienen real consciencia sobre ello) es que los resultados que tienen en cualquier área de sus vidas son producto de sus hábitos, y estos se van creando día a día y se vuelven inconscientes.

 

Podemos dividir a los hábitos de manera burda en dos tipos:  los que sacan lo mejor de la gente y la llevan a lograr proezas como los deportistas olímpicos o aquellas parejas que después de 40 años se siguen amando con pasión y los que pueden literalmente acabar con la vida de alguien.

Debo confesar que muchos años de mi vida pensé que esos hábitos tóxicos de los que algunas personas hablaban, se referían a acciones simples pero molestas como morderse las uñas, tronarse los dedos y otras acciones más peligrosas como la adicción al cigarro, drogas o alcohol.

 

En realidad cualquier acción que repitamos durante mucho tiempo puede convertirse en un hábito si eventualmente la realizamos de manera inconsciente, por lo que la mayoría de las actividades que hacemos durante el día son hábitos que tenemos tan arraigados que ni siquiera somos conscientes de ellos. Si una persona vivió muchas carencias económicas desde pequeño y los padres vivían preocupados repitiendo una y otra vez lo difícil que era conseguir dinero, ese pequeño sin saberlo muy probablemente habrá crecido programando a su cerebro para desarrollar el hábito de pensar igual que sus padres y ese patrón de pensamientos saboteará o simplemente no verá oportunidades aunque estén frente a sus ojos, al menos mientras no cambie el hábito de pensar de esa manera.

 

Hay hábitos que pueden causar mucho daño en nuestras vidas y lo más peligroso de ellos es que generalmente pasan inadvertidos, pues la mayoría en algún momento los hacemos y muchos de ellos son bien vistos y hasta celebrados por la sociedad, pero pocos saben del impacto tan negativo que pueden tener en nuestras vidas.

 

El primer paso para modificar hábitos tóxicos es identificarlos, y esta es apenas una pequeña lista de los hábitos de inicio del día que pueden ayudarte a tener mala salud, mal desempeño en el trabajo, en tu creatividad y demás áreas de tu vida, por lo que modificarlos puede ser una excelente opción.

 

1- Despertar en modo zombie.- este es tal vez uno de los hábitos más comunes y es cuando la gente despierta muchas veces agotada por haber dormido mal, y así se levanta, tal vez toma una ducha, se dirige a su lugar de trabajo y en el camino simplemente espera que el día sea bueno o que al menos no sea terrible.

La gente que simplemente espera que las cosas les pasen sin volverse proactivos entra en el círculo de la victimización y las cosas le ocurren creyendo que no tienen control sobre el resultado de sus vidas.

 

2- Tomar café.- uno de los hábitos más comunes de la gente al despertar es prepararse una taza de café, y es una acción tan común y promovida en todos los medios que la resistencia a cambiar este hábito  a veces es de las mayores. De hecho esto pasa por una sencilla razón, y es que cuando uno de nuestros paradigmas se ve enfrentado (en este caso modificar el hábito de tomar café a primera hora de la mañana) la persona que escucha esto y que tiene ese hábito muy arraigado, generalmente en lugar de evaluar la nueva información de manera racional y determinar si le conviene, siente la nueva información como potencialmente amenazadora y una pequeña parte del cerebro denominada amígdala entra en acción desencadenando una respuesta bioquímica que registra como miedo,  por lo que en lugar de querer tener más información para ver si sustituir el café por agua pura lo convence, automáticamente entra en respuesta de miedo (huir, pelear o congelarse) y ya sea que evita la conversación, discute ferozmente o se bloquea.

No digo que esto pase invariablemente, pero al ser uno de los hábitos más promocionados está muy arraigado, y como decía en el artículo sobre MIEDO………………..  , actualmente la gente ya no nos tenemos que preocupar por riesgos físicos como leones, tigres o incendios generalmente, por lo que los miedos se disparan ahora cuando la mente siente amenaza en la forma en la que vivimos.

Sin embargo para este punto piensa en qué momento del día es en el que el cuerpo pasa por el período más largo sin rehidratarse. Efectivamente, es durante la noche mientras dormimos, por lo que una de las primeras acciones que debemos hacer es rehidratarlo con agua pura, y sin embargo lo que hacemos es justamente lo opuesto: tomar un diurético (café).  Si eres de los que cree (pues es simplemente una creencia) que no puede empezar el día sin café, simplemente toma bastante agua al menos veinte o treinta minutos antes de la primer taza de café y deja que tu propio cuerpo te demuestre cómo se siente.

 

3- Recibir malas noticias.- Este es muy parecido al anterior, pues el slogan en muchas partes del mundo en noticieros es que hay que estar bien informado, y yo era uno de los consumidores más grandes de ese ideología, sin saber realmente las consecuencias que eso tenía. No quiero decir con esto que debas de aislarte del mundo, pero por ejemplo, en mi caso yo iniciaba y terminaba mi día con una buena dosis de “información”, pero lo interesante es que no importa en qué fecha estés leyendo este artículo, te puedo dar los avances del noticiero del jueves de la semana que viene: salen a la luz casos de políticos corruptos, la crisis económica se dispara, la violencia aumentó, hubo un accidente, etc, etc.

Ojo, no se trata de no saber lo que ocurre, pues efectivamente para cambiar la situación primero se tiene que conocer, y de hecho para corregir las cosas debemos saber cómo están. El problema con este punto es que lo volvemos nuestra forma de iniciar y terminar el día, por lo que programamos al cerebro con malas noticias y eso hace que las siguientes horas las veamos justamente con el filtro de que todo está mal. Incluso hay estudios que demuestran el impacto en la forma de pensar al someter a una persona a sesiones de malas noticias. Por otro lado el leer o escuchar únicamente pequeños fragmentos generalmente distorsionada condiciona al cerebro y provoca que se pierda la capacidad de concentrarse por períodos largos en una sola cosa (por eso es que la gente actualmente puede tener el teléfono, la computadora, la televisión y la Tablet abiertas y a todas estar supuestamente poniéndoles atención).

A pesar de que existen estudios sobre las repercusiones que tiene el ser bombardeado con noticias negativas, hay quienes siguen aferrándose a que tienen que estar informados ciegamente, pero no hacen nada respecto a lo que leen o escuchan. Imagina que estás en la oficina y te habla un vecino para avisarte que de tu departamento sale mucho olor a gas y que no pueden entrar. Al recibir esa noticia te angustias, pero puedes hacer varias cosas. Si elijes quedarte ahí esperando que todo se componga sin pedirle al vecino que entre a como dé lugar o tú mismo vas a tu casa a revisar que tu patrimonio esté bien, tu mente no va a poder concentrarse en lo que queda del día. Si ese tipo de noticias las escuchas diariamente y nunca haces algo al respecto, vas a acostumbrarte a la noticia, pero de igual modo vas a ser cada vez menos eficiente a la hora de trabajar.  Podrás decir: oye, pero en tu ejemplo la persona está recibiendo una noticia, y sí, efectivamente lo está haciendo, pues como digo, el problema en sí mismo no son las noticias, sino el hábito de consumirlas sin consciencia y la falta de acción.

Se vale informarse, pero elige cuidadosamente no sólo a quién leer, sino el momento en el que lo haces y la cantidad de información negativa que consumes. En mi caso particular, cada vez que me entero de una noticia particularmente negativa me obligo a pensar después en tres eventos muy positivos, y aunque suene ridículo o cursi, esto ha generado en mi forma de pensar cambios muy positivos.

 

4- No respetar al estómago.- Este hábito en la actualidad es uno que me impresiona con qué facilidad la gente lo deja de lado con la excusa de que no tiene tiempo de desayunar. Debemos recordar que el tiempo no se tiene, sino se hace y que la calidad de lo que nos llevemos o no a la boca, será la calidad de salud que tengamos.

Por otro lado, la gente que no se alimenta por las mañanas extiende el ayuno en el que la persona estuvo (hay que recordar que al estar dormidos estamos en ayunas) y como dice mi amiga la nutrióloga Mariela Sanabria, el problema con eso es que ya en la oficina a la gente le suele dar hambre pero les da en un lugar en el que no hay acceso a alimentos nutritivos y atacan la maquina dispensadora de porquerías (lo que le da la bienvenida a kilos extra y enfermedades asociadas).

 

5- No ejercitarse.- En este punto la excusa suele ser muy parecida a la anterior, pues el tiempo es la excusa de muchos, aunque en otros casos la excusa para no ejercitarse es que no les gusta.

¿Por qué es importante ejercitarse, y de preferencia hacerlo en las mañanas?

La respuesta es muy simple, porque el ejercicio es salud y hacerlo en las mañanas ayuda a oxigenar todos los órganos. Y para aquellas personas que están sentadas frente a un monitor y que quieren destacar en su trabajo debieran saber que la calidad de sus pensamientos define sus resultados, pero si no oxigenan el cerebro fuertemente en las mañanas van a tener un desempeño bastante ordinario.

 

6- No planear.- Este hábito es la continuación del de despertar en estado zombie y es sorprende la cantidad de gente que simplemente vive el día sin planearlo. Es por eso que muchos al llegar la noche se preguntan qué rayos hicieron que no les dio tiempo de hacer nada o hicieron tan poquito.

Es simple, los ingenieros y arquitectos saben que para construir un rascacielos deben planear perfectamente bien cada detalle, y cada cosa que surja no planeada se puede solucionar en el camino. Lo mismo pasa con nuestro día, si fallamos en planear nuestro día, planeamos fallar en él.

 

7- Conectarse inmediatamente a la tecnología.- La tecnología hoy en día nos permite hacer miles de cosas de manera muy fácil y eficiente, el problema es que se está cayendo en ser víctimas de la misma y es cada vez más común ver gente que apenas abre los ojos revisa su teléfono celular y que al llegar a la oficina lo primero que revisan es Facebook y su correo, lo que continúan haciendo durante todo el día sin darse cuenta de que esa es una manera de volverse altamente improductivo.  Actualmente incluso el hábito de revisar a cada instante Facebook se ha vuelto en muchos casos una adicción difícil de superar.

 

En más de una ocasión al hablar de estos puntos en grupos de alto rendimiento ha habido una persona que se levanta diciendo que no cree que eso haga que tenga resultados pobres pues él tenía cada uno de esos hábitos. No quiere decir que no se pueda tener resultados, incluso algunos resultados “decentes”, pero lo que estas personas no estaban viendo es que si modificaran esos hábitos por otros de mejor calidad podrían aumentar enormemente su productividad y su calidad de vida.

Por eso no se trata de decir que estén “mal” o “bien”, simplemente las personas que quieren algo más en su vida están dispuestas a hacer cambios fuertes en la misma y estos son algunos de los hábitos que se han estudiado durante décadas y se ha descubierto como afectan y como la gente más eficiente del mundo es justamente la que tiene hábitos más saludables.

La ventaja de esto es que la mayoría no estará dispuesta a hacer los cambios necesarios en su vida, por lo que si tú decides sí hacerlos habrás estarás marcando la diferencia.

 

 

Gustavo Aglez

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Comentarios

  • Gracias por sus aportaciones. Un abrazo con mucho cariño.

  • excelente articulo, modificar hábitos es sin duda la pelea mas difícil con uno mismo, esa mente que nos chantajea a cada momento, sin duda un trabajo personal y de conciencia. Gracias por compartir.

  • hola esto es verdad he modificado habitos y han sido para bien me siento mejor cada vez   y mi vida a dado un giro y mas aun se refleja en todo . cuesta pero cuando vez los beneficios hasta te aminas mas para seguir .

  • Excelente articulo, gracias

  • Hola Lety, gracias por tus comentarios. Un abrazo

  • Hola Ma. Velia, desgraciadamente no podemos hacer nada por alguien que no escucha, hay que  respetar, muchas veces hacemos más con el ejemplo.  Saludos

  • YOLA TIENES RAZON OJALA QUE MI AMIGA TE LEYERA PUES ME CUESTA TRABAJO QUE ELLA SE AME A SI MISMA Y CAMBIE SUS HABITOS. EN FIN.

    GRACIAS A DIOS ME GUSTA EL EJERCICIO, TOMAR CAFE PERO SOLO CUANDO LLEGO A LA OFICINA Y SI NO VOY A LA OFICINA NO TOMO CAFE.

    ME GUSTARIA QUE TAMBIEN SE TRATARA ALGUN COMENTARIO SOBRE CUANDO LAS PERSONAS TIENEN EL MAL HABITO DE EN CUANTO SE LEVANTAN EMPIEZAN A FUMAR. UF QUE ASCO.

     

  • Excelente artículo como siempre Yola, ojalá y que todos tomáramos consciencia de nuestros hábitos para ser principalmente mejores seres humanos.

    Saludos 

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