Publicado por Lore Elorza el 11 de Abril de 2010 a las 11:30am
Este es un artículo que encontré en una revista de una entidad de salud de mi ciudad, comparto con ustedes este artículo pues lo considero muy apropiado para los padres que aun tienen hijos pequeños y hasta para los más grandecitos.Si!... dígales NOAl niño hay que enseñarle que no todo en la vida se consigue como por arte de magia, que no puede recibir todo lo que pide y que hay cosas útiles y necesarias y otras superfluas.Si usted es de los que cree que decirle NO a un hijo lo puede traumatizar o frustrar, está equivocado. Un NO bien argumentado es sano y muchas veces necesario, porque ceder a sus predicciones sin control alguno, decir SI a cada cosa que pidan o reclamen, y complacerlos en todos sus caprichos, así parezca una práctica inofensiva, es una apuesta en la que finalmente todo salen perdiendo.En este momento en el que se han transformado tanto las relaciones familiares, “parecería que a los padres les interesara mucho tener a sus hijos contentos a como dé lugar, perdiendo incluso su rol”. Olvidan que con esta actitud lo que están es formando seres egoístas y egocéntricos.Cuando los niños están en su periodo de formación, inclusive desde los primeros años de vida, deben aprender del ejemplo y de la actitud de los mayores que no todo lo que se quiere se tiene. “Es más importante tener su afecto y respeto, que su amistad incondicional sólo porque los complacemos permanentemente”.¿Y los riesgos?Es posible que al momento de ceder a sus caprichos el adulto se sienta igualmente feliz al ver la alegría de un menor. Pero esa felicidad es pasajera y en el futuro se dará cuenta de las consecuencias: el niño crecerá convencido de que todo lo merece sin importar a qué costo no qué haya que hacer para obtener lo deseado, por eso se convertirá en un adolescente y en un adulto agresivo ante la frustración. Esto, obviamente, generará problemas en sus relaciones humanas, los volverá poco autónomos y muy posiblemente personas con alto grado de incumplimiento de las normas. Se ha detectado que los menores cuyos padres son más permisivos, son los que tienen mayores problemas para cumplir con las reglas básicas del colegio.Otra consecuencia de esta actitud complaciente, es que ellos crecerán sin la capacidad para diferencias lo que es adecuado, necesario y realmente significativo. Pierden el verdadero sentido y el entusiasmo por las cosas. Adicionalmente cuando estas personas se enfrentan a una situación económica difícil, les será más complicado manejar el problema. Lo que se debe hacer es lograr que comprendan que no todo se puede obtener, y en caso de que tengamos la posibilidad de complacerlos, “es importante retarlos a que se ganen lo que quieren, porque quien no lucha por sus deseos tiende a deprimirse, a desencantarse fácilmente. Si desea algo y lo obtiene inmediatamente lo no valora. Mientras que si desea algo por más tiempo y se da cuenta de que no todo puede ser cuando lo pide , comprenderá el valor y la utilidad de las cosas y será más agradecido”.Tenga en cuenta· A los deseos de los hijos por las cosas materiales hay que ponerles límite. Debemos hacerles entender que no es fácil conseguir las cosas.· Es importante que comprendan que inclusive atender sus necesidades prioritarias también tiene un costo y que no se logra fácilmente, ni de la noche a la mañana.· Establezca con su pareja normas claras sobre el manejo de esta situación, de manera que estén coordinados para hacerlas cumplir. Es más dañino que uno de los padres se niegue a dar algo a un hijo, y que el otro, para mimarlo, acepte las peticiones del menor,· Llamarles la atención a través de una comunicación asertiva no hace daño, por el contrario, les ayuda a entender que las normas se deben cumplir y que no todo se hace según sus condiciones.· La pataleta es una mecanismo que los niños usan para lograr que el adulto ceda a sus caprichos. En este caso déjelo expresar su frustración, valide que el lugar sea seguro y déjelo solo mientras se calma, sin dejarse presionar por la presencia de otros en el lugar.· Más tarde hable con él y hágale caer en la cuenta que mientras se comporte de esa manera no logrará nada.· Como el papá no se descompone, el hijo comprende que este no es un comportamiento aceptable.Reglas de oroLo primero que debe hacer un padre es quitarse de la mente el mito de que un buen papá es aquel que le da de todo a su hijo.Comprenda que es necesario “frustrar” de vez en cuando a su hijo. Así aprende a perder, a que las cosas tienen un valor y que se consiguen con esfuerzo.Deles solo lo que realmente pueda darles y siempre después de revisar la verdadera necesidad e importancia de lo que están pidiendo.· No haga esfuerzos económicos injustificados solo para complacerlos.· Evite las “gratificaciones” ilimitadas o permanentes. Está bien reconocer un logro de vez en cuando, pero sin excesos.· No ceda, ni los deje ceder, ante las presiones sociales de la moda.· Cuando decida darles algo, motívelos también a que ellos aporten, así tomarán mayor consciencia del valor de las cosas.· Haga que el tiempo que comparte con sus hijos sea de calidad.· El diálogo ante la negación de algún pedido, hace que los niños caigan en la cuenta sobre cómo se están sintiendo y poco a poco aprenderán a manejar la frustración.Lorena Panessowww.mentesmillonarias.ning.comwww.facebook.com/lorena.panesso
Comentarios
UN NO, CON AMOR Y POR AMOR.
MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR.
UN BESO.