Publicado por Ana Giorgana el 4 de Agosto de 2010 a las 7:01am
Tengo ya un gran tiempo escuchando como las personas se duelen y se conduelen de sus circunstancias de vida. Van por el mundo llorando desconsoladamente acerca de su situación. Desean un cambio en su vida cotidiana pero no logran desprenderse de aquello que nos les ayuda, que no les sirve y que representa un exceso de equipaje en sus vidas.No es fácil tomar las riendas de la propia existencia y construir la vida que deseamos. Tal vez, se escuche romántico, pero la realidad es que si de veras estamos dispuestos a vivir cómo lo deseamos, es importante, que establezcamos cuáles son nuestras prioridades, nuestros gustos, nuestros disgustos, las dolencias de nuestra alma y corazón, también es imprescindible observar nuestro alrededor y la calidad y cualidad de nuestras relaciones. Ya sea con la pareja, con los hijos, con los padres, con nuestro trabajo y también con nosotros mismos.Repensar la vida quiere decir, que cobres conciencia y que tomes nota de lo que te satisface, de lo que te hace vibrar y de lo que no, de tal manera, que emprendas un camino de redescubrir quién eres. Porque como dicen los poetas, vives muy distraído pero de tu propia existencia. Te distrae el ruido, los problemas, las inquietudes, y te olvidas de ti.Al final del día y de la vida sólo cuentas contigo mismo. Nadie toma el tiempo, ni el interés por cubrir lo que a ti te agrada, además nadie lo puede adivinar, sólo tu en tu fuero interno sabes lo que anhelas y lo que deseas.Pero también es cierto que nos enseñan a ser responsables de todo menos de construírnos una vida al modo que la deseamos, la pensamos, la anhelamos y la logramos. Por el contrario, nos dicen que requerimos vivir para los demás como un valor que enaltece la vida humana. Y es verdad, no podemos sustraernos de los otros, pero no podemos vivir para los otros sin estar primero con nosotros mismos.Repensar la vida es reflexionar acerca de nosotros mismo y brindar un tributo a lo que verdaderamente somos, es cierto, los únicos compañeros que andamos juntos el camino somos nosotros mismos.Te invito a que entres a nuestro sitio, es un lugar para sanar el corazón y los quebrantos del espíritu...Gracias por leerme, estoy comprometida con la calidad de vida emocional.
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