Siempre me ha resultado curiosa la pretensión que tenemos las personas de intentar obtener resultados distintos haciendo siempre lo mismo.
Repetimos una y otra vez los mismos comportamientos, de forma consciente o inconsciente, y esperamos que el azar nos lleve a un destino alternativo. A nadie se le ocurriría esperar un resultado distinto a cuatro al sumar dos más dos, por muchas veces que lo hagamos. Pues bien, en nuestras vidas olvidamos frecuentemente que los resultados que obtenemos dependen básicamente de nuestras acciones y decisiones. Esperamos obtener un resultado de cinco o incluso superior, cuando esta
mos siempre sumando dos más dos.
Y no sólo nos ocurre esto en nuestra vida privada. Profesionalmente hacemos lo mismo. Incluso aquellos que nos dedicamos al desarrollo personal, y a la salud en sus distintas vertientes, física, mental, emocional o espiritual, cometemos el mismo error, comprometiendo en ocasiones la evolución de las personas a las que, con la mejor intención del mundo, intentamos ayudar.
Cada terapia, técnica o herramienta sirve para algo muy específico. A nadie se le ocurriría meter una tuerca con un destornillador, ni sacar un tornillo a martillazos. Cada herramienta tiene su función.
Cuando buscamos cambiar la forma en que nos sentimos, cambiar nuestras respuestas ante distintos estímulos, o cambiar nuestros hábitos, son varios los elementos que debemos ajustar en nuestro subconsciente. No debemos olvidar que nuestro subconsciente es quien nos lleva a sentir, reaccionar o vivir del modo en el que lo hacemos.
El subconsciente es un gran desconocido para la mayoría, incluso para muchos de los profesionales de la salud mental y emocional. Son pocos los que saben realmente que hay distintas piezas a tocar, y que cada una de ellas requiere de una herramienta específica. Creencias, bloqueos emocionales, traumas emocionales, o lealtades familiares son algunas de estas piezas. Todas ellas deben tenerse en consideración y deben ajustarse en la medida que sea necesario.
Hay quien por conocer una herramienta fantástica para trabajar con creencias, busca la transformación exclusivamente por medio del cambio de estas. Hay quien espera que la liberación de bloqueos emocionales sea la solución. Hay quien confía en que el reequilibrio sistémico de la familia del afectado le conduzca a la sanación. Y también hay quien se pasa años dándole vueltas al momento programante sin ver cambio alguno en el subconsciente de sus pacientes.
Vivimos una realidad energética. Todo lo que somos es energía, incluida la programación que nuestro subconsciente utiliza para generar nuestras respuestas en el día a día. Ahora bien, por lo general la programación que realmente nos llevará a vivir del modo en que queremos requiere de la utilización de diversas herramientas. Todos necesitamos utilizar en mayor o menor medida destornilladores, martillos, llaves inglesas, etc.
Aunque lo realmente importante no son las herramientas, sino el conocimiento de qué herramienta utilizar en cada momento y para hacer qué.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Método Integra”, “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
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