Llegó diciembre, el mes más hermoso de todo el año…bueno, eso creo yo, ya que en unos días más es mi cumpleaños número 49 y aunque personalmente nunca he festejado mi cumpleaños ni tampoco le doy mucha importancia a un número determinado de años me gusta saber que en un día especial llegué a esta hermosa vida, y que es en el mes más hermoso del año.
En este VIDEO te explico con más detalles: Celebra la vida
No se por qué nunca he festejado mi cumpleaños, ni siquiera cuando era niña, no recuerdo haber tenido una fiesta de cumpleaños, y no porque mis papás no me lo quisieran festejar, creo que fue decisión mía el no festejarlo, ya que yo decidía desde pequeña. Siempre he creído que la vida hay que vivirla y festejarla cada día y no solamente en determinada fecha, especialmente en los últimos 20 años de mi vida en que ya soy mucho más consciente de todo. Siento como que para mi no pasan los años, yo me siento cada vez más joven, más saludable y más plena, y por supuesto que estoy haciendo todo lo que se y pueda aprender para mantenerme así por el resto de esta vida.
La vida es maravillosa cuando aprendemos a vivirla. Siempre me estoy preguntando ¿cómo podemos salir (los seres humanos) de esta programación mental que nos roba la vida y nos mantiene creyendo que la vida es difícil y sacrificada? Hay muchas respuestas a esta pregunta, sin embargo la respuesta más importante es la que te des a ti mismo ¿Por qué sigues viviendo una vida que no te gusta si la vida es para celebrarla y vivirla cada día al máximo? Te invito a hacer una pausa en este momento y responder estas preguntas, o quizás otra preguntas más poderosas que te ayuden a darte cuenta que esta vida solo se vive una vez y que tú decides como vivirla.
Hace un tiempo leí un artículo que me llamó la atención, donde mencionaban las cinco cosas de las cuales se arrepiente una persona antes de morirse, y creo que tiene mucho sentido en este momento porque nos puede ayudar a tomar consciencia y empezar a vivir una vida de celebración, por eso las quiero compartir en este escrito:
1. Ojalá hubiera tenido el valor de vivir una vida fiel a mí mismo y no la vida que otros esperaban de mí. Esto es de lo que casi todo ser humano se arrepiente antes de morir, el desear haber vivido su vida a su manera y no la vida que los demás querían para él/ella. ¿Por qué esperar a estar “viejo” o a estarte muriendo para hacer todo eso que tú quieres y deseas? ¿Por qué seguir posponiendo lo que tú quieres por complacer y servir a los demás? ¿Por qué conformarte con sobrevivir cuando puedes vivir una vida llena de sueños, metas y deseos cumplidos?
2. Ojalá no hubiera vivido para trabajar duro. Pareciera como si tuviéramos un tatuaje todo ser humano que dice “hay que vivir para trabajar duro”, trabajamos tan duro que nunca tenemos tiempo para lo que realmente queremos. Y lo peor, pareciera que trabajo significa “hacer lo que tenga que hacer para tener ingresos y pagar los gastos”, casi nunca nos damos permiso de creer que puedo trabajar en lo que amo, en lo que me apasiona, en lo que me gusta y disfruto. Entre más duro trabajemos y más sacrificio nos cueste más orgullosos nos sentimos sin darnos cuenta que nos olvidado de lo que realmente es vivir y disfrutar con los que amo y me aman. ¿Para que esperar a estarte muriendo para darte cuenta que la vida pasa y tu sigues posponiendo ese tiempo de calidad con tu hijo, con tu pareja, con tu mamá, con tu familia…?
3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos. Hace mucho comprendí que el ser humano sufre más por lo que calla que por lo que dice, sin embargo ¿Cuantas veces reprimimos y callamos lo que sentimos por miedo a dañar a las personas o por simple orgullo? Nos hemos acostumbrado a reprimir nuestros sentimientos y emociones, y a aparentar que todo está bien cuando en realidad no lo está. Nos hemos comprado el cuento de que la felicidad no existe y que la vida es así. Por supuesto que podemos aprender a comunicarnos y así expresar lo que sentimos de la mejor manera, sin embargo ¿Cuantas veces has querido decirle a esa persona que la amas? ¿Cuantas veces has querido decir que no estas de acuerdo con las decisiones que se están tomando? ¿Cuantas veces te has quedado callado ante un abuso? ¿Por qué esperar a tu último aliento para decirlo, cuando ya nada se puede hacer?
4. Hubiera deseado mantenerme en contacto con mis amigos. Vivimos una vida tan ocupada que no nos damos tiempo para conectar o reconectar con esos grandes amigos de la infancia o de la vida. Perdemos el contacto con esas personas que significaron mucho en nuestras vidas, y cuando nos damos cuenta vivimos en una soledad acompañada donde estamos rodeados de personas a las cuales no nos une ningún lazo sentimental o emocional. ¿Por qué esperar tanto tiempo para festejar nuestra amistad si lo podemos hacer en este momento?
5. Ojalá me hubiera permitido ser más feliz. Algo muy común es ver que las personas en su lecho de muerte es cuando se dan cuenta que la felicidad dependía de ellas y no de los demás. Vivimos tan en automático que rara vez nos damos cuenta que ser felices es una decisión propia, mi decisión, de nadie más. Ser feliz es una opción disponible para todo ser humano, porque la felicidad está dentro de nosotros solo es cuestión de darnos permiso y practicarla. ¿Por qué esperar a tu lecho de muerte para darte cuenta que pudiste haber sido feliz? ¿ Por qué conformarte con sobrevivir cuando se puede celebrar y disfrutar la vida cada día?
Si te murieras en este momento (porque la vida no tiene garantías), ¿te vas a arrepentir y a lamentar de no haber vivido la vida que tú deseabas o vas a dar gracias por la vida maravillosa y plena que viviste? Se honesto contigo mismo porque hasta para eso estamos programados, para agradecer la mediocridad y el sufrimiento. De nada sirve lamentarse, por supuesto, sin embargo si tienes vida, este es el momento de tomar decisiones para que el día de tu muerte celebremos juntos el haber vivido una vida llena de consciencia, de amor, de salud, de felicidad, de abundancia, de éxito, de aventuras y de deseos cumplidos.
Celebremos la vida decidiendo con consciencia y responsabilidad. Tú eres el ser más grandioso del Universo. Tú naciste para ser feliz y vivir una vida plena, está en ti decidir como vivirla. Tu siempre decides, consciente o inconscientemente.
Recuerda ver el VIDEO donde lo explico con más detalles: Celebra la vida
Abrazos y bendiciones,
Patricia Anaya
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