Actualmente leemos y escuchamos sobre la felicidad. En lo personal es un tema sobre el cual he investigado y leído, ya que me interesa conocer más sobre lo que realmente nos hace felices a hombres y mujeres. Sin embargo, existen algunos mitos que me gustaría compartir contigo:
LA FELICIDAD SE LLEVA EN LOS GENES:
La teoría de que la felicidad es una herencia que se recibe a través de los genes no es cierto. Si aceptamos esto, implica que, si la genética no nos ha favorecido, estamos condenados a la negatividad y al pesimismo, mientras que a otras todo le parecería bien.
Las investigaciones en parejas de gemelos, tanto idénticos como mellizos educados de igual forma y con las mismas oportunidades, concluyeron que aproximadamente el 50% de la felicidad es heredada genéticamente y el otro 50% es aprendida.
Por lo tanto, la felicidad es una suma de la naturaleza con la cual nacemos, pero la otra mitad dependerá de nuestras decisiones y actitud con que vivamos lo que nos ocurre a lo largo de los años.
LA FELICIDAD LA ALCANZARÉ CUANDO...:
La publicidad nos bombardea con mensajes para convencernos de que determinados bienes nos darán felicidad: al manejar un coche te sientes contento, al comprar una casa la familia está feliz, al utilizar cierto perfume tendrás éxito con el otro sexo.
O bien, en un plano personal, pensamos que, al encontrar pareja, un mejor trabajo, cambiarnos de ciudad o cuando los hijos se gradúen…seremos más felices.
Los expertos en el tema afirman que estas promesas, aunque sean gratificantes, una vez que se alcancen, no harán que la persona sea feliz por mucho tiempo, ya que una vez que pasa la novedad, el sentimiento de insatisfacción vuelve a hacer acto de presencia y se necesitará otro deseo hacia el que proyectarse.
Esto es, se consume más tiempo persiguiendo otras cosas que disfrutando de las que ya se tienen. La realización personal no se puede someter a condiciones, que la vida cambia y tendremos altas y bajas. Aceptar estos altibajos es lo que nos puede proporcionar bienestar y felicidad.
EL DINERO DA FELICIDAD:
Es importante aclarar que las personas que viven en pobreza extrema, por supuesto que serán más felices si aumenta su nivel de ingreso.
Sin embargo, a partir de un nivel de ingresos suficiente, engrosar la cuenta bancaria no aporta más sensación de este sentimiento. Esto ha sido sustentado por estudios realizados en diversos países del mundo, en los cuales cuando una persona que gana lo suficiente, el incremento de dinero no lo hará sentirse mejor.
En resumen, el dinero no da la felicidad, siempre y cuando tengamos suficiente para atender nuestras necesidades básicas. Si carecemos de ingresos para pagar la hipoteca, satisfacer las facturas o llenar el refrigerados, en ese caso el dinero sí da la tranquilidad necesaria para vivir con más satisfacción.
Por lo tanto, ¿quieres ser feliz? Tu herencia influirá en un 50%, el resto lo harás tu. No te dejes llevar por la publicidad ni pienses en sucesos para ser feliz. El dinero tampoco te la dará. La felicidad es un camino…nunca una meta.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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