¿Te la pasas el fin de semana pegada al teléfono esperando que te llame tu galán?¿Repasas una y otra vez en tu mente el último día que se vieron pensando que a lo mejor dijiste algo malo que lo pudiera haber hecho enojar? ¡El amor es para disfrutarlo, no para sufrirlo!
La dependencia afectiva es la fijación emotiva en una persona que acaba lesionando la autoestima y la capacidad de autoprotección. Los dependientes afectivos son auténticos ADICTOS AL AMOR MAL ENTENDIDO, saben que su relación de pareja los hace sufrir pero sienten que no pueden terminarla.
A pesar de que la literatura, el cine y la letra de muchas canciones digan que AMOR es DOLOR, una relación amorosa no tiene porque ser una fuente de insatisfacción permanente.
¿Por qué nos enganchamos a una persona que no nos conviene? Porque los amores imposibles son una mezcla de ilusión y desesperanza, como la vida de las princesas en los cuentos de hadas. Derrochar sufrimiento por el amado y albergar la absurda esperanza de ser recompensada algún día por ello es una combinación muy adictiva.
Los amores imposibles están cargados de PASIÓN, que viene de la palabra latina pati (padecer). Son amores que duelen.
¿Cómo piensan los codependientes afectivos?
- Lo necesito para ser feliz. Cuando no estoy con el me siento deprimida y vacía.
- Siento celos de sus familiares y amigos. Porque en el fondo solo lo quiero para mi.
- Pienso más en él y en sus problemas, que en mí y en los míos.
- Sin él, no puedo vivir. Si algún día termina esta relación creo que moriría.
- Dejo todo por estar a su lado. La vida sin él no tiene sentido.
- Necesito saber que piensa, siente y hace en todo momento.
- Me siento eufórica cuando lo veo.
Los dependientes afectivos necesitan recibir muestras de cariño constantes y son exigentes y acaparadores. Tratan de controlar a su pareja en todo momento con preguntas como: “¿Qué hiciste durante todo el día?”, “¿Con quién hablaste?”, “¿Qué sientes?”. Y lo que debería de ser un intercambio de cariño se acaba convirtiendo en una obsesión enfermiza que asfixia.Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido lo que es estar “enganchados” a un mal amor, es normal que las relaciones fallen y suframos por ello, el problema está cuando solo somos capaces de establecer relaciones dolorosas con personas que no nos pueden amar. Detrás de la frase “que mala suerte tengo con los hombres” puede existir el deseo inconsciente de pedirle a alguien que sea lo que no puede ser para darse de topes en la pared por ello.
¿Se puede dejar de ser afectivamente dependiente? Sí, pero requiere de mucho esfuerzo y trabajo personal. Lo primero que tienes que hacer es reconocer que tienes un problema y que estas disfrazando de amor al dolor. El amor verdadero debe de estar libre de exigencias e imposiciones y en una relación de pareja sana debe reinar el respeto.
TIPS PARA SUPERAR TU DEPENDENCIA AFECTIVA
- Pide lo que te mereces. No te quedes en una relación que no te conviene.
- Rodéate de gente buena y que te quiere de verdad. Establece relaciones sinceras basadas en el respeto mutuo.
- No permitas que te hagan daño. No aceptes que nadie te ofenda o te utilice. Una persona con tendencia a depender de los afectos se vuelve vulnerable y se deja manipular por los demás.
- Invierte tiempo en ti y en conocerte mejor. Para establecer una relación de pareja sana necesitas saber quien eres, quien no eres y lo que de verdad te importa.
- Busca tu equilibrio. No esperes que tu pareja te complete, sino que te complemente.
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