Las mujeres tenemos un mal hábito y es el malbaratar nuestros productos y servicios. En el inconciente colectivo tenemos grabado, como tallado en piedra, el sentirnos no merecedoras. Las estadísticas nos hablan de que las mujeres graduadas de univers
piedra (2)
“Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le mostró una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.