La vida constantemente nos presenta retos, oportunidades para conocernos, fortalecernos y aprender. Como mujeres hemos tenido que transitar y superar muchos obstáculos y evidentemente no lo hemos hecho tan mal porque la ONU considera que la mujer es el motor principal en el desarrollo humano.
Toda mujer tiene un papel fundamental en el desarrollo de la historia de su propia vida y el reto a vencer es aprender a convertirse en la mejor protagonista o heroína de su historia. Para lograrlo una mujer necesita descubrir cuales son las fuerzas particulares que viven en ella. (Jean Shinoda Bolen).
C.G Jung (psiquiatra) introdujo el concepto de los arquetipos en la psicología, el decía que las mujeres estamos impulsadas, desde afuera por los estereotipos culturales que moldean nuestra vida y desde adentro por poderosas fuerzas inconcientes o arquetipos que pueden ser personificadas por las diosas griegas. Las diosas griegas son imágenes de mujeres que han vivido en la imaginación de la humanidad por más de tres mil años, ellas son una representación de cómo son las mujeres, cada una tiene sus propios rasgos y sus mitos expresan con metáforas lo que una mujer que se le parezca tiene la capacidad de ser.
Jean Shinoda Bolen (analista jungiana) sostiene desde esta perspectiva, que cada mujer necesita descubrir a la diosa o diosas que viven en ella para liberar sus dones y su fortaleza real. Cuando una mujer se reencuentra con la diosa que rige su psique, se despierta en ella la capacidad de brillar con luz propia, una luz que ilumina su camino y el de todos aquellos que toca.
Cuando Artemisa, diosa de la caza y de la luna vive activamente en una mujer se despierta su autoconfianza y su espíritu de independencia. Artemisa es el arquetipo que hace posible que una mujer luche por alcanzar sus metas en el terreno que ella misma elija. Le brinda una actitud de “puedo cuidar de mi misma y no sacrifico mis sueños para obtener la aprobación de los demás". La mujer Artemisa no busca ni necesita la aceptación del hombre y por eso se muestra autentica. Sin embargo a nivel de reto tiende a ser individualista y demasiado competitiva y por lo mismo necesita trabajar en su capacidad de escucha para que los que están cerca de ella se sientan tomados en cuenta.
Atenea, diosa de la sabiduría y las artes, domina la psique de las mujeres lógicas que son gobernadas por su cabeza más que por su corazón. Una mujer Atenea, valora el pensamiento racional y mantiene la sangre fría en situaciones difíciles. En la vida cotidiana es práctica, cuidadosa y orientada al éxito, no le gusta jugar el papel de cenicienta y no espera que un hombre la rescate. Despertar a la Atenea que vive en cada mujer la ayuda a ser eficiente y decidida. Su reto es trabajar en ser menos crítica y juiciosa porque aleja a las personas de ella.
Hestia, diosa del hogar como presencia arquetípica en la personalidad de una mujer, regala el don de la integridad y de la totalidad. Una mujer Hestia tiende a ser tranquila, reflexiva y sabia. Se mantiene al margen de los conflictos y convierte su hogar en un santuario. Conectarte con la diosa Hestia que vive en ti te ayuda a permanecer en tu centro, cultivando tu armonía y paz interior. Como reto la mujer Hestia necesita trabajar en ser más asertiva y expresar lo que siente porque todo se lo guarda para si.
El arquetipo de Hera, diosa del matrimonio le proporciona a la mujer la capacidad de vincularse, de ser leal y fiel y de atravesar las buenas y las malas con una pareja. Hera representa a la mujer que anhela casarse y convierte a su marido en el centro de su vida. Hera es una mujer posesiva, quiere a su marido solo para ella. Su reto es aprender a ser menos celosa y en el fondo insegura. Buscar actividades tipo Artemisa la pueden ayudar a sentirse más satisfecha con su vida.
Demeter, diosa de las cosechas, nutridora y madre vive activamente en la mujer generosa. Una mujer Demeter es sobre todo y ante todo maternal. Es calida, afectiva, femenina y tiene el don de dar. Para una mujer Demeter, ser un buen ejemplo para sus hijos es fundamental. Su reto es aprender a decir NO porque la gente puede aprovecharse de ella y trabajar en ser menos sobreprotectora con sus hijos porque cuando ellos crecen ella sufre al sentir que ya no tiene a quien cuidar.
Persefone, la diosa doncella, hace que una mujer parezca eternamente joven, las mujeres que tienen a Persefone como parte de ellas pueden permanecer receptivas al cambio y jóvenes en espíritu toda la vida. Cuidan su físico y les gusta verse radiantes. La mujer que lleva a Persefone dentro, necesita aprender a comprometerse, tomar decisiones y madurar. Aunque es maravilloso ver la vida con ojos de niña, también lo es saber que llevas las riendas de tu vida como lo hace Atenea.
Afrodita, diosa de amor y la belleza despierta el deseo de conocer y de ser conocida. Afrodita la más bella de todas las diosas está presente cuando surge el amor, la comunicación profunda y la creación. La mujer Afrodita es una portadora de luz y de visión y cuando vive en una mujer le hace poseer el don de la atracción y de la sensualidad. La mujer Afrodita necesita trabajar en ser más formal, respetar los acuerdos y citas que hace y pedirle ayuda a Hera para que sus relaciones amorosas sean más duraderas.
Existe una heroína potencial en cada mujer. Su mito inicia al nacer y continúa a lo largo de toda su vida. El viaje hacia la totalidad implica ser activas y receptivas, conocernos, trabajar en nosotras mismas, negarse a ser victimas, decidir y amar. Estas son partes de nosotras que llegamos a conocer a través de las experiencias y los retos que nos presenta la vida. Honrar a las diosas que viven en nuestro interior, significa honrar la vida.
Descubre tu fuerza interior y construye la gran historia de tu vida
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