Un psiquiatra amigo mío me comentaba que sus pacientes entraban por una puerta delantera a su consultorio y salían por una trasera para evitar que los vieran quienes estaban en la sala de espera. Vivimos en una sociedad en la cual hay una gran estigmatización para quienes acuden al psicólogo, psiquiatra o neurólogo.
Cuando nos duele la cabeza, el estómago o alguna otra parte del cuerpo, no dudamos en acudir con un médico y seguir sus indicaciones. ¿Pero qué sucede cuando nos sentimos deprimidos, con ansiedad o demasiado estresados?: lo escondemos, no lo decimos, y menos acudimos con el especialista.
Un estigma sucede cuando alguien te ve de manera negativa por alguna característica distintiva o por un rasgo personal que se considera, o de verdad es, una desventaja. Lamentablemente, las creencias y las actitudes negativas hacia las personas que tienen alguna afección de la salud mental son frecuentes.
De acuerdo a la OMS en el mundo alrededor de 450 millones de individuos padecen algún tipo de trastorno mental. Actualmente se considera que la depresión es la segunda causa de discapacidad a nivel mundial.
Si padeces alguna enfermedad mental o conoces a alguien que la tenga, quiero compartir contigo algunos consejos de la Mayo Clinic que pueden ayudarte en esta situación:
- Busca tratamiento: es posible que te muestres reacio a reconocer que lo necesitas. No dejes que el miedo a que te etiqueten como enfermo mental te impida buscar ayuda. El tratamiento puede brindarte alivio al identificar el problema y reducir los síntomas que interfieren en tu vida laboral y personal.
- No permitas que el estigma te avergüence y te haga dudar de ti mismo. Tu afección no es un signo de debilidad personal. Busca asesoramiento, investiga sobre la afección y conéctate con otras personas que la tengan.
- No te aísles: no dudes en contárselo a tus familiares y amigos. Acude a personas de confianza en busca de compasión, apoyo y comprensión de lo que necesitas.
- No eres una enfermedad: por lo tanto, en lugar de decir: “soy bipolar”, di: “tengo un trastorno bipolar”
- Únete a un grupo de apoyo, esto puede ayudarte a aumentar tu autoestima y a entender mejor tu afección.
Recuerda, la salud mental también es salud. Aprende a aceptar tu afección y reconocer lo que debes hacer para tratarla, buscar apoyo y ayudar a educar a los demás puede marcar una gran diferencia en tu vida.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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