La humildad es a menudo mal entendida. Una persona humilde puede ser vista como débil o indicativo de falta de seguridad en sí misma. Pero nada podría estar más lejos de la verdad.
La verdadera y sincera humildad es pura fuerza y pura presencia. Es indicativo de un claro conocimiento de la unidad de todas las cosas. Una de las maneras en que se manifiesta la humildad es estar cómodo con ser vulnerable y que la vulnerabilidad te permite liderar eficazmente. En esencia, los líderes con humildad se sienten cómodos en su propia piel.
Ahora, tu podrías preguntarte ¿cómo podría ser.? Estar cómodo con la vulnerabilidad significa que cuando cometemos un error estamos dispuestos a asumir la responsabilidad en lugar de buscar a otro a quien culpar. Cuando tú eres capaz de hacer eso, como un líder, permites a los que te rodean tomar riesgos. Así, ellos no están temerosos constantemente de cometer un error.
Una organización cuya cultura es la del miedo a la culpa es mucho menos probable que sea innovadora o incluso capaz de sostener un alto rendimiento.
La humildad se siente porque todos estamos conectados, cómo nos comportamos impacta a todos los que nos rodean. Como líder, tu capacidad para asumir la plena responsabilidad por tus acciones y reconocer cuando has cometido un error, afecta profunda y positivamente a todos a tu alrededor.
De hecho, en lugar de ser visto como débil, esto te permite ser percibido como un líder con verdadero valor.
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