La culpa hace que te atores en episodios de tu pasado.
El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida (OSCAR WILDE).
La culpa desde el punto de vista emocional hace que te atores en episodios de tu pasado, provocando una sensación de frustración y molestia con uno mismo, pudiendo hacerte sentir literalmente sin energía; de hecho, es la emoción que se genera mayor gasto de energía por la simple razón de que te produce un malestar por algo que ya pasó, por hacer lo que no se quiere a veces porque no se sabe decir que no, pudiendo llegar al grado de una depresión.
La culpa no permite la autoaceptación y por ello es muy común que uno mismo se descalifique. Esto provoca una sensación de frustración y molestia con uno mismo, pudiendo llegar al grado de la depresión ya que se genera un mayor gasto de energía y te encierra en un circuito masoquista.
Todos tenemos códigos morales que rigen nuestras vidas, siendo conscientes o inconscientes de ellos. Muchas veces son producto de la sociedad en la que vivimos, la religión que profesamos y demás núcleos sociales, pudiendo en ocasiones chocar unos con otros o incluso ir en contra de la naturaleza humana.
Cuando rompemos alguna de esas reglas o código nos ataca el sentimiento de culpa y nuestra autoestima se fractura.
Es una de las emociones más destructivas, la mayoría de las personas la hemos experimentado por algo que hemos hecho o por o que no hemos hecho.
La culpa te confronta y te condena es la voz dentro de ti que no te deja en paz.
Hay gente que acostumbra echar la culpa a los demás, de esta forma manipula haciéndose la víctima.
TESTIMONIO
Lo que Lucia vivió:
“No puedo perdonarme, llevo 20 años cargando una culpa y creo que ya he llegado al límite. Aborté, los primeros años no me pasaba nada, pero a medida que fue pasando el tiempo se me fue haciendo una gran carga, al grado que empecé a enfermarme, tengo una colitis que ni con tratamientos salgo, el mismo doctor me mandó a terapia.”
Trabajamos la culpa haciendo varios ejercicios. La ayudé a revivir aquel momento para que esta vez tuviera herramientas para poder sanar.
Se dio cuenta lo sola que estaba y que no contaba con sus padres. El miedo que sentía de darles la noticia era inmenso y no podía dejar de pensar ni un instante en situaciones terribles, dentro de su cabeza únicamente había escenarios trágicos que la llevaron al punto de ni siquiera poder trabajar y cada vez sentirse más débil.
Para colmo ni siquiera contaba con el apoyo del novio e incluso él la empezó a bombardear con insultos y amenazas e incluso llegó a ser violento al grado que esta chica llegó al punto de creer que no existía otra salida más que la que el novio le había propuesto abortar.
La puse a hacer varios ejercicios hasta que ella se dio cuenta lo fácil que era estarse culpando. Esas vocecitas que tenía todo el tiempo diciendo: eres una mala persona, cómo pudiste hacer eso, su juez interior no la dejaba en paz.
Llegó al grado de acudir al psiquiatra para que la medicara ya que no podía dormir, pero esa no era la solución.
Ella llegó a comprender que a los 17 años no era la de ahora y que a pesar de que en ese entonces sí tenía otras opciones, en el estado mental y emocional en el que se encontraba y con el poco o nulo apoyo que tenía era sumamente difícil que ella pudiera ver otra salida.
Crecer duele y esa experiencia la hizo crecer, ahora piensa diferente y es fácil que pueda ver las cosas con más claridad.
Pudo llegar a perdonarse ya que tuvo un gran crecimiento y aprendizaje.
Curiosamente ahora apoya a esas chicas que están en esa misma situación en una asociación.
Es muy fácil juzgar a las personas que están pasando por momentos difíciles creyendo que nosotros podríamos hacerlo mejor (también en el football la gente cree que puede meter goles mejor que los de la tele), sin embargo solamente uno mismo puede saber lo que se siente al vivir una situación así. .
Cuando sueltas la culpa te lleva a la reconciliación y tu autoestima o sea tu valía sube.
Y cuando perdonamos a alguien o a nosotros mismos instantáneamente rompemos un ciclo y toda esa agresión y guerras mentales que veníamos cargando desaparecen pudiendo finalmente avanzar. (Libro CONSTRUYENDO TU AUTOESTIMA pag. 56)
Yolanda Padilla
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Twitter @Yolanda_Padilla
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