La única manera de liberarnos es a través del perdón. El perdón, entre muchas otras cosas, abre las puertas a la prosperidad.
El perdón nos permite cerrar una puerta para que otra mejor y más grande pueda abrirse. Es como un nuevo comienzo. Es como volver a cero y, cuando estamos en cero, todo es posible. En cero volvemos a ser como niños, abiertos, flexibles y curiosos. No tenemos resentimientos, preocupaciones o expectativas.
En su canción Waka Waka, Shakira dice: “Necesitamos comenzar de cero para poder tocar el cielo”.
Si estás despierto, si sabes quién eres, no tendrás problemas en perdonar a otros y perdonarte. Es más fácil de lo que piensas. No necesitas aprenderlo porque nacimos sabiendo cómo hacerlo, es algo natural adentro nuestro.
Algo que me ha ayudado mucho en lo personal es darme cuenta que, cuando no perdono a la persona que creo que no lo merece, en realidad me estoy lastimando a mí misma y no a la otra persona. Llega un momento en que debemos amarnos lo suficiente para ya no lastimarnos más.
Habrás notado que en casi todas las filosofías de la antigüedad el perdón esta siempre presente como una de las claves para alcanzar esa paz y felicidad que tanto anhelamos.
En Ho’oponopono, la antigua técnica Hawaiana de resolución de problemas que vengo practicando y enseñando por más de 12 años, no necesitas decirle a la persona que la perdonas. Por el contrario, trabajas con las memorias (programas) que existen dentro de ti, con los pensamientos que tienes de la otra persona y/o esa particular situación. El perdón en Ho’oponopono es un trabajo interior porque no existe nadie afuera nuestro. Lo que vemos afuera son solo nuestros pensamientos de la gente o situaciones a nuestro alrededor.
No existe nadie afuera haciéndonos nada. Todo se trata de nuestras memorias, nuestros programas y solo nosotros los podemos borrar. Cada vez que esas situaciones aparecen les digo (mentalmente me digo a mí misma): “Lo siento, por favor perdóname por aquello que está en mi que ha creado esto”. Acepto 100% de responsabilidad y así puedo liberarme y volver a cero.
Es un simple y enormemente efectivo trabajo interior porque lo que se borra de nosotros se borra de los demás y principalmente de nuestra familia, parientes y ancestros. El 90% de nuestros problemas provienen de nuestros ancestros.
Nada de lo que esta sucediendo en este momento tiene que ver con el momento presente. Todo se trata de memorias. Las personas llegan a tu vida para darte una nueva oportunidad de perdonarte en tu corazón y liberarte.
Lo más importante es perdonarnos. En Ho’oponopono nunca sabemos con qué memorias estamos trabajando. A través de este proceso damos permiso a una parte de nosotros que sabe perfectamente qué estamos listos para soltar y borrar momento a momento. Todos tenemos pensamientos limitantes tales como: “No me lo merezco”; “no tengo suficiente educación”; “nací pobre, voy a morir pobre”, y de los cuales ni siquiera estamos conscientes pero son obstáculos que nos pusimos en nuestro camino. Aunque están a nivel subconsciente nos controlan y toman decisiones por nosotros todo el tiempo.
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Un problema es un problema solo si decimos que lo es. En realidad, el problema no es el problema. El verdadero problema es cómo reaccionas a la situación. Todas las situaciones en nuestra vida son una bendición aunque no lo parezcan. Agradécelas. Muéstrales la otra mejilla, la mejilla del amor, y libérate.
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