¡Al fin lo estamos logrando!. En pleno Siglo 21, son muchas las mujeres que están tomando el mando de su vida, alcanzando posiciones de muy alto nivel, gracias a su esfuerzo y a su preparación. Sin embargo, con el éxito en las manos, hay algo que a muchas inquieta; que incomoda, que produce un vacío que no saben cómo llenar. Están en la cima profesional, pero sin una pareja con quien compartir la vida y el éxito, como si la relación de pareja quedara cancelada, en cuanto su capacidad para desenvolverse en un ambiente de trabajo se hace evidente.
Para lograr el balance de vida debemos tener un conocimiento profundo de quiénes somos, qué nos motiva, qué queremos lograr y qué estamos dispuestos a cambiar, para que en todo lo que decidamos reine la congruencia. Necesitamos cambiar la manera de cómo hacemos las cosas y transformar nuestra propia existencia para vivir en plenitud. Cuando tenemos claro qué queremos y hacia dónde vamos, será más fácil escoger a la pareja ideal que apoye nuestro crecimiento y nos acompañe en el camino al éxito.
Muchas mujeres luchan por su crecimiento, y a la pareja equivocada le cuesta aceptarlo; quieren demostrar su capacidad en cualquier ámbito, y la pareja equivocada necesita sentirse capaz de controlarlas; quieren enfrentar cada reto con valor y con audacia, y la pareja equivocada teme que esta libertad limite su fortaleza, y la haga vulnerable.
Una relación de pareja sana puede y debe dar posibilidad a ambas partes de poder desarrollarse completamente de manera profesional. Es por ello que es necesario tener relaciones sanas en las que la libertad sea una de las máximas de las personas que comparten la suerte y la complicidad de estar juntos.
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