"Encontrar a alguien con quien establecer una conexión íntima es construir un vínculo para mejorar la calidad de vida personal."
No existen accidentes cuando se trata de formar una pareja. Cada persona en este mundo tiene una misión importante, y a menudo, para cumplir con esa misión, es necesario contar con la ayuda, o incluso la no tan ayuda, de personas que nos empujan a salir de nuestra zona de confort y aprender a desarrollar habilidades que ni siquiera éramos conscientes de tener.
Se tiene la idea de que obtener amor, felicidad y buena compañía son los únicos beneficios de las relaciones personales. Sin embargo, una perspectiva más realista nos invita a ver las relaciones personales como una oportunidad para desarrollar el potencial íntimo, aprender a cuidar a los demás, mejorar los atributos y suavizar las tendencias egoístas que pueden interferir con el mantenimiento saludable y nutritivo de las relaciones importantes.
Aunque pueda parecer una idea descabellada, la persona con la que decidimos formar pareja y/o construir un hogar es, es la persona indicada para poder aprender de cada uno, juntos poder convertirse en mejores individuos.
Comprender y respetar las diferencias personales es el primer paso para construir una relación sana y segura. Una persona puede estar más enfocada en ver y obtener resultados, mientras que el otro se dedica a disfrutar del proceso para llegar al lugar deseado.
Uno puede ser práctico, directo y sencillo, mientras que el otro es romántico, desorganizado y complicado. Sin embargo, juntos, podrían ser la mejor combinación para encontrar equilibrio y armonía tanto en la relación como en el crecimiento individual.
Es poco realista esperar que las personalidades sean idénticas o completamente compatibles al 100%, ya que cada individuo es único y tiene sus propias cualidades y experiencias. No obstante, aprender a reconocer y aceptar las diferencias entre las personas puede ser la clave para fortalecer y enriquecer una relación.
La verdadera magia radica aprender a complementarse y crecer juntos a pesar de las diferencias individuales.
3 principios clave para cultivar una relación de pareja saludable:
- Yo soy yo: Reconoce y valora tu individualidad. Acepta tus fortalezas, debilidades y metas personales. Comparte tus sueños y sentimientos, manteniendo tu autenticidad sin permitir que nadie los menosprecie.
- Tú eres tú: Respeta la singularidad de tu pareja. Comprende que cada persona tiene su propia identidad, necesidades y deseos. Acepta las diferencias sin tratar de cambiar al otro y aprende a apoyarse mutuamente en el crecimiento personal.
-Nosotros somos: Construye una relación sólida basada en metas compartidas y compromiso mutuo. Establece una comunicación abierta, respeto y trabajo en equipo para superar desafíos juntos. Crea un ambiente de amor, comprensión y apoyo mutuo.
Por lo tanto, independientemente de si percibiste que encontraste a tu pareja por destino, coincidencia o elección personal, es crucial reconocer que una vez que han formado esta unión, surge la obligación y la responsabilidad de cuidarse mutuamente, preservando la esencia y atendiendo las necesidades de cada uno.
La receta
Una relación realista y sólida
Ingredientes:
Respeto - reconocer las diferencias de cada uno y aceptarlas con amor.
Responsabilidad - obligación de dar lo mejor de sí para nutrir la relación.
Compromiso - determinación y elección diaria por ver y atender las necesidades de todos.
Comprensión del otro - enfocarse en ayudar a satisfacer las necesidades de su pareja.
Amor propio - valorarse y no depender de otros para ser feliz.
Afirmación personal para construir una relación sólida y emocionalmente nutritiva.
Aceptó con valentía mis fortalezas, mis debilidades y mis metas personales, confiando en que cada experiencia me brinda la oportunidad de crecer y evolucionar. Comparto con pasión mis sueños y mis sentimientos, permitiendo que mi autenticidad brille sin temor al juicio de otros. Al mismo tiempo, celebró la singularidad de mi pareja, honrando su historia, sus necesidades y sus anhelos. Juntos, construimos una relación basada en la mutua admiración, la comunicación profunda y el apoyo incondicional para alcanzar nuestro máximo potencial. Creamos un hogar de amor inquebrantable, comprensión infinita y apoyo mutuo, donde florecemos en paz, respeto y alegría mientras nos transformamos en las mejores versiones de nosotros mismos.
Cómo formar una relación sana y duradera:
- La premisa tu eres tu es tan importante como la idea de yo soy yo.- Cada persona es responsable por su bienestar y al mismo tiempo ayuda el poder ayudar al otro a que pueda satisfacer sus propias necesidades.
- Para poder amar apropiadamente al otro uno tiene que conocerlo, aceptarlo y dejarlo ser. No se puede querer a una persona que continuamente se le está tratando de cambiar. Hay que reconocer que no hay dos personas iguales y cada uno tiene derecho de ser, esto es una condición necesaria para vivir en pareja.
- La relación de pareja es una entidad aparte de las personas independientes. Cada individuo aporta sus personalidad, sus necesidades, su misión y su cuidado por el otro para que juntos formen un hogar con un mejor porvenir.
Reconociendo la propia individualidad y respetando a nuestra pareja, construimos una relación sólida y enriquecedora, donde crecemos juntos e individualmente hacia un futuro prometedor.*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2023 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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