Leo esta romántica noticia que, aunque seas escéptica en cuanto al mito del amor eterno como yo, te eriza el vello y te provoca un mohín de emoción, porque mira, a todos nos gustaría ser capaces de amar de esa manera a alguien hasta el último suspiro.
Al menos nos resultaría más cómodo pero yo, sinceramente, no me siento capaz. ¿Por qué? Porque me cuesta demasiado comprender mi propia evolución y mis cambios constantes como para pedirle a otra persona que los entienda y asuma, esperar que ella cambie en la misma dirección que yo y, si no, entenderla, aceptarla tal cual devenga después de su proceso personal y apoyarla por el camino, aunque no tenga mucho que ver con el mío. Es complicado.
Honestamente, cuando la esperanza de vida eran 35/40 años, debía de resultar más creíble eso de jurarse amor para toda la vida, pero ahora me parece muy poco realista y muy iluso confiar en que podremos mantener la pasión, el amor, la confianza y la comprensión mutua ¿hasta los 90? Venga, hombre, ¿a quién queremos engañar? Suponiendo que nos casemos sobre los 30, ¡son 60 años de simbiosis!!!
Seres fluctuantes60 años en los que, con los tiempos que vivimos, podríamos tener 6 crisis personales, una por década tirando por lo bajo; muchos momentos malos personales y dentro de la propia relación; cientos de tentaciones pululando a nuestro alrededor, en forma de amigos y conocidos que de repente te encajan más que tu pareja porque están viviendo un momento parecido; puntuales embistes a la curiosidad y el morbo que te reafirman que estás en el mercado carnal y te revuelven las hormonas...
La parejita estadounidense de la noticia probablemente jamás osó conocer a otras personas fuera de su familia, pero reconozcamos que aquí, y mucho menos con el carácter abierto, libertino y festivo de nuestra sociedad y con las redes sociales que nos interconectan con medio mundo, las oportunidades nos sobran para poder elegir.
La libertad de elección.
Ahí radica el quid de la cuestión: Si no te quedara más remedio, te conformarías con la relación y la pareja que te tocara en suerte por el resto de tus días, pero pudiendo elegir, si ya no eres feliz... Pues qué le den bola al mito del amor eterno, que lo más importante es que sea intenso mientras dure, ¿no?
El problema, rebatídmelo si no estáis de acuerdo, es que nos han convencido de que sí existe, y por eso cuando comprobamos que no, que no hay forma de alargar lo insostenible, nos frustramos, nos odiamos y nos deprimimos. Si aceptáramos que es lo lógico, seguramente sería más fácil romper los lazos y quedar tan amigos. A lo mejor ese ex no moriría contigo de la mano, pero iría al hospital a despedirse con cariño.
Comentarios
un consejo? Uf, qué difícil, lo que puede valer para mí podría no valerte a ti para nada e incluso ser contraproducente. Lo único que puedo recomendar, sin temor a equivocarme, es que lo más importante es que tú te conozcas a ti misma, te valores como eres, te lo procures todo a ti misma para no necesitar a nadie para llenar tus carencias, y nunca pongas tus expectativas en las manos de nadie porque sólo tú podrás cumplirlas. Ahí hay trabajo, sin duda.
Un beso y gracias por tu comentario, Reyna!!
sME GUSTO MUCHO ESTO,LA VERDAD SER FELIZ PARA TODA LA VIDA Y JURAR AMOR ETERNO RESULTA MUY DIFICIL,ESTOY DEACUERDO QUE MIENTRAS DURE HAY QUE DISFRUTARLO AL MAXIMO Y CREO QUE YO SOY DE ESAS PERSONAS POSESIVAS Y CADA VEZ VUELVO A DARME CUENTA QUE CAIGO EN LO MISMO Y NO SE COMO ENCAMINARME A LO QUE ES VERDADERO,ESPERO SUPERAR MUCHAS COSAS Y SI ME PUEDES DAR UN CONSEJO SOY TODA OIDOS,SALUDOS DESDE QUERETARO ,MEXICO.
Gracias, Libia, realmente, eso es lo importante, no juzgar, que cada uno sea feliz como quiera y le surja, sin meterse en la vida de los demás. Seguramente, si llevara 20 años enamorada de mi primer novio, lo contaría de otra manera, jeje. Pero escribo con sentimiento porque parto de mis experiencias y mis emociones, aparte de observar a mi alrededor como periodista, claro.
Y sí, María del Carmen, los despredimientos nunca son fáciles, es como si nos extirparan una parte de nosotros, pero hay que aprender a asumirlos a tiempo, antes de destrozarnos la vida... o destrozársela al otro por venganza, rencor, resentimiento, etc. Ves ex parejas que se están amargando porque no asumen su desamor, y yo me pregunto: Cómo se puede odiar y maltratar tanto a alguien a quien hasta hace poco amabas? Pues yo creo que porque eso no era amor, sino posesión. Qué creéis vos???
Hace algunos años hubiera pensado que estabas fuera de orbita, ahora estoy totalmente de acuerdo, aqui los mas importante es esa parte en donde nos falta madurar y trabajar, esos desprendimientos como parte natural que nos permita vivirlo de una forma sana y hasta amigable.
Tienes razón, me parece que esa idea del amor a una pareja para toda la vida es algo, además de inconcebible, innecesario e indeseable. Y en los casos que llega a darse podríamos tomarlo como una modalidad o peculiaridad, tan digna y respetable como cualquier otra que no dañe y sea de mutua elección (asumiendo que esas características tenga también la relación monogámica de por vida en cuestión). Para ser francos ni siquiera es un imperativo real fundar el valor y la felicidad en alguien distinto de uno mismo...cuanto y menos cosa tal como "el amor de tu vida"; definitivamente en alguna parte de nuestro cerebro somos insanamente infantiles. Maduremos, se trata de la placentera opción de compartir bienestar y crecimiento, no de buscar mamás o papás, hijas o hijos de turno en las parejas...por eso se vuelve caótico y confuso un asunto que merece ser más fácil y claro.