Una de las mayores dificultades durante la Depresión Posparto, es tener que pedir ayuda (de cualquier tipo). Y en especial, si se trata de pedir apoyo para nosotras.
Cuando tenemos que pedir ayuda, existen miles de emociones involucradas: incomodidad, miedo, vergüenza, decepción, desesperación, impotencia, duda, tristeza y frustración, entre muchas otras.
Katherine Stone, fundadora de Postpartum Progress, se dio a la tarea de preguntar a través de las redes sociales, cuáles eran las principales razones que le impedían a las mujeres con DPP PEDIR AYUDA, y encontró lo siguiente:
1) Miedo de ser rechazada: ¿qué sucedería, si después de un gran trabajo emocional, decidiéramos pedir ayuda, y nos dijeran que NO...
2) Miedo de parecer débil o incompetente: No queremos que piensen que somos "malas madres", que "no podemos" hacer lo que otras madres hacen, o porque no queremos sentirnos "fracasadas".
3) Miedo de ser una carga: no queremos importunar, hacer sentir al otro mal o que nos "ayude por compromiso", y entre otras muchas cosas: no queremos "ser una molestia".
4) Consideramos que NO DEBERÍAMOS pedir ayuda: creemos que DEBEMOS poder hacer fácil y rápido las tareas de una madre, poder llevar una casa, atender a la pareja o cumplir con nuestro trabajo. Reconocer que necesitamos ayuda, puede llegar a ser sinónimo de ser "inútiles".
5) Miedo de perder el control: y de que las cosas no se hagan cómo nos gusta, o por otra parte, de comenzar a sentirnos culpables, inseguras, inservibles, ...
Muchas veces, las otras personas nos apoyarán con gusto y cariño; muchas veces, nos rechazarán; muchas veces, lo podremos hacer solas; pero nunca lo sabremos, si no preguntamos.
http://www.postpartumprogress.com/5-reasons-why-saying-help-me-sucks-but-you-have-to-do-it-anyway
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