Existen varias palabras relacionadas con la Depresión Posparto: estigma, tabú, culpa y vergüenza (entre muchas otras).
Las mujeres suelen pensar y sentir: “Se supone que DEBERÍA estar feliz, pero tengo una gran culpa por sentirme triste y/o angustiada. Esto significa que soy una mala madre”.
Y cuando se les pregunta a las madres si han compartido estas emociones y pensamientos con su pareja, con su doctor o con alguien cercano, la respuesta generalmente es: “No, nunca. Es demasiado vergonzoso y pensoso”.
Es importante que trabajemos para eliminar el estigma alrededor de la DPP, ya que es una de las principales razones por las que las mujeres NO buscan tratamiento.
Es necesario que les recordemos que no están solas, que aproximadamente 400,000 mujeres al año atraviesan por esta difícil situación en nuestro país, así como en otras partes del mundo.
Es vital que les digamos que no merecen sufrir en silencio. Y sobre todo, que no dejemos que la falta de información o el tabú para hablar de los aspectos negativos de la maternidad, impida que las mujeres pidan ayuda.
Es indispensable que acudan a tratamiento con un profesional especializado en DPP, y que puedan hablar de esto abiertamente sin ser juzgadas, criticadas o ignoradas.
TODAS las mujeres merecemos ser felices y gozar plenamente de la maternidad.
Comentarios