La forma en que pensamos determina nuestra conducta, nuestras reacciones y la forma en que nos relacionamos con las personas.
Cuando pensamos de forma positiva, la mayoría de las cosas, situaciones y eventos están a nuestro favor. Existen otros momentos, en que nuestra mente llega a tomar control de nuestras acciones, y los resultados no son los más favorables.
A continuación las 6 formas más frecuentes en que la forma en que pensamos, nos puede traicionar:
1) Haciéndonos creer que tenemos un mayor control de nuestros impulsos del que realmente tenemos: Nuestro cerebro tiene el hábito de considerar que si hemos sido exitosos en alguna situación, seremos exitosos en todo lo que hagamos. En cuanto a la Depresión Posparto, nuestra mente puede engañarnos haciéndonos pensar que podremos regresar rápidamente a nuestro peso ideal, que podremos tomar el control de las actividades que hacíamos antes sin problema, o lo más importante, que podemos controlar nuestras emociones, miedos y angustias por nosotras mismas, sin la ayuda de un profesional de la salud.
*¿Qué hacer?: Saber que hay momentos buenos, pero que como cualquier enfermedad, la recuperación es un proceso, en donde también habrá momentos difíciles.
2) Produciendo pensamientos negativos automáticos: (especialmente relacionados con la salud y bienestar del bebé. Por ejemplo: voy a tirar a mi bebé cuando lo cargue o se va a enfermar si lo saco a la calle, entre muchos otros)
* Tratar de enfocarse en un pensamiento positivo y/o detener el curso de dicho pensamiento negativo (ya que en muchas ocasiones, termina con imágenes catastróficas o de muerte)
3) Haciendo que le demos "vueltas y vueltas" dentro de nuestra cabeza a nuestros peores miedos: ("nunca voy a salir adelante", "soy una mala madre", "todos estarían mejor sin mi", etc.)
* Al igual que en el caso anterior, tratar de detener el curso del pensamiento, enfocarse en algo positivo, o buscar una solución viable.
4) Haciendo que nos enfoquemos en "distractores" para no tomar una decisión, llegar a una solución o buscar un tratamiento: ("el bienestar de mi bebé es más importante que el mío", "no tengo tiempo/recursos para un tratamiento", "cuando mi bebé esté más grande, voy a atenderme")
* Hacer una lista de prioridades (Tú salud y la del bebé, DEBEN estar en PRIMER lugar)
5) Adivinar el pensamiento de los otros: generalmente asumiendo adjetivos negativos ("seguramente piensan que no puedo cuidar a mi bebé", "es muy probable que mi esposo me quiera abandonar", "mi hijo(a) seguramente me va a reclamar cuando sea grande")
* Si tienes la oportunidad, pregúntale directamente a la persona qué piensa. Si no tienes bases reales para asumir algo, es mejor no seguir pensando en eso
6) Haciéndonos sentir culpables cada vez que algo sale mal o no sale como esperábamos: a pesar de que nosotras no tengamos responsabilidad sobre el evento o la situación
* Es importante recordar que aunque tratemos de controlar TODO, hay errores humanos, cambios o situaciones adversas. Es necesario enfocarnos entonces, en lo que SI podemos hacer y que NO afecte nuestra salud física, emocional o espiritual
¿Te ha sucedido algo similar? Nos gustaría escucharte, y sobre todo, acompañarte. Te invitamos a que nos escribas, ya que todas las historias, experiencias y comentarios, enriquecen este espacio y ayudan a otras mujeres.
Fuente: http://lifehacker.com/5967915/ten-ways-your-brain-is-smacking-you-around?popular=true
Comentarios