CÓMO CONTROLAR NUESTRO ESTRÉS.

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La capacidad que tenemos los seres humanos para soportar las presiones diarias de la vida, se torna finalmente en algo esencial para poder lograr nuestros objetivos. O sea, para poder actuar de la mejor manera posible, necesitamos claridad de miras, calma y cierta habilidad para poder mantener una dosis adecuada de objetividad acerca de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea.

Es decir, no pararnos en los sentimientos exclusivamente, sino tratar de tener una mirada panorámica de lo que está sucediendo con nuestra vida y lo que sucede a nuestro alrededor, porque indudablemente, eso que sucede a nuestro alrededor, incide directamente en nuestra respuesta, en nuestra actitud frente a la vida.

 Entonces uno tiene que aprender a controlar los procesos mentales, de manera que podamos poner una línea divisoria a ese stress de la vida cotidiana y tratar de maximizar nuestra energía y nuestra visión de esperanza respecto de la vida.

La paz mental es una condición esencial previa para poder acceder a ese bienestar y para sacar el máximo placer y alegría de lo que son nuestras obligaciones cotidianas, pero también de nuestra vida personal.

Entonces tú debes tener como meta, como objetivo, como norte, alcanzar la paz mental y organizar tus actividades, tus decisiones, tus conductas y tus actitudes en torno a ella. ¿Y qué significa en torno a ella? No permitiendo que esas actitudes, también del entorno, o esos juicios que se emiten sobre tu persona y que son inevitables, puedan alterar tu paz mental.

Claro, uno puede pensar, esto suena muy lindo, pero cómo lograr un equilibrio y una paz mental cuando hombres y mujeres somos literalmente “bombardeados” en la vida cotidiana con mensajes de todo tipo y sobre todo mensajes de signo negativo que nos afectan y que impactan duramente en nuestra vida.

Y vamos a ver lo contrario primero. ¿Qué es lo opuesto a la paz mental o a la paz interior? Es el negativismo. Esos sentimientos negativos que son la causa principal del malestar y de la infelicidad que podemos sufrir los seres humanos. Porque los sentimientos negativos, son sentimientos verdaderamente “ladrones“. ¿Por qué? Porque nos roban la paz, nos roban la alegría de vivir, nos roban el equilibrio, nos enferman y por tal motivo terminan acortando nuestra vida.

El estrés, la tensión, la ansiedad, generan finalmente sentimientos profundamente negativos que desbordan nuestro cuerpo emocional para proyectarse finalmente a nuestro cuerpo físico. Entonces esos sentimientos, una vez que se gestaron, se expresan tanto internamente, a través de alteraciones de las funciones de nuestro cuerpo y seguramente tú sabes en tu cuerpo exactamente dónde inciden, como externamente y allí tenemos enormes dificultades en las relaciones interpersonales, en las relaciones amorosas, en nuestra relación con el mundo, en nuestra relación con nuestra propia vida.

Es como que estamos en una guerra constante con nosotros mismos. Y estos sentimientos negativos transforman tu existencia de tal modo que terminan verdaderamente “envenenando” nuestra relación con los demás seres humanos.

Entonces uno de los mayores objetivos, cuando uno pretende elaborar un proyecto personal de vida, tiene que ser buscar la forma de eliminar los sentimientos negativos y tratar de ser una persona sana mentalmente, sobre todo.

O sea, la salud mental es uno de los elementos claves de la salud. Tan importante como mantener la presión arterial en cifras normales, tan importante como tener el colesterol y la glicemia dentro de los límites aceptados, tan importante como esos valores bioquímicos que muestran cómo está funcionando nuestro cuerpo físico, tan importante como eso es tratar de lograr esa paz mental. ¿Por qué? Porque somos un todo. Porque somos indivisibles. Y porque si nosotros no logramos ese equilibrio en nuestra mente, tampoco podremos lograr un equilibrio en nuestro cuerpo. Y la forma de exterminar definitivamente los sentimientos negativos es en primer lugar conociendo sus causas primarias. Por qué se produjeron. En segundo lugar ver de qué manera puedo neutralizar esas causas para poder volver a esa normalidad que necesitamos los seres humanos para funcionar en nuestra máxima capacidad.

Nosotros no podemos modificar aquellas cosas que nos alteran, pero sí podemos actuar sobre la RESPUESTA, porque esa respuesta la manejamos nosotros.

El estrés no está contenido en los acontecimientos externos. O sea, no es la situación la que genera el estrés, lo genera la respuesta de nuestro cuerpo o de nuestra mente. No existe nada que de manera intrínseca podamos llamar una situación estresante solo hay respuestas estresantes.

 Y ustedes lo pueden comprobar en la vida cotidiana; frente a un mismo hecho las personas no reaccionan de la misma manera. Mientras que para unos les resulta absolutamente indiferente, a otros se les va la vida en la manera de responder a ese hecho. Lo importante es cómo respondemos a lo que nos sucede. Y la opción es nuestra.

¿Entonces cuál es el punto de partida para que tú puedas manejar ese estrés y para tratar de conseguir lentamente ese estado de equilibrio o de paz interior, en que uno acepte la responsabilidad de sus respuestas? Puede ser una respuesta estresante o puede ser una respuesta no estresante. Y acá, en esto, estriba justamente tu decisión, tu elección, tu responsabilidad.

Se paga un alto precio por un manejo inadecuado del estrés y por la pérdida de esa paz interior y de esa paz mental.

 

Dr. Walter Dresel

wdresel@adinet.com.uy

www.exitopersonal.org

www.walterdresel.blogspot.com

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