Nacimos para ser felices, pero tú...¿No te sientes feliz?
Cambia tu actitud. Decide aceptar tus errores y retoma tu camino. Entiende que los malos momentos siempre dejan algo bueno y que sólo es cuestión de proponértelo, para aprovechar la experiencia y volver a sonreír. Nadie se escapa del estrés. Vamos tan de prisa buscando alcanzar nuestros objetivos, que tarde o temprano nos enfrentamos a situaciones de máxima tensión que nos llevan a sentir irremediablemente esta incómoda sensación que se mete hasta en los huesos, y se instala sin contemplaciones como una segunda piel. Cuando nos estresamos, ¡nada nos sale bien!. No podemos pensar con claridad, perdemos seguridad, nos sentimos indefensas, y si no tomamos de inmediato el control de la situación, nuestro equilibrio físico y mental se tambalea y perdemos la oportunidad que la vida nos da. Cuando estés decidida a no parar y a enfrentar cada día nuevos retos, tus sueños, si tú quieres, ¡se volverán realidad!.
Ni un minuto más para despertar. Es ahora o nunca. Llegó el momento de hacer un alto en el camino para entender que si así lo decides, tienes la posibilidad de crecer y convertirte en mejor ser humano y sentirte plena y feliz. Tenemos que aprender a mirarnos y sentir que podemos trascender y lograr lo que decidamos.
Cambiar nuestra actitud es la clave del éxito en este mundo que por muchas razones se ha vuelto tan frío y tan indiferente. No hay tiempo para retrasar este momento mágico. Tenemos que sacudirnos los egos, dejar de sentirnos menos que los demás. Hacer a un lado la percepción de que “no somos capaces de lograrlo". Digamos adiós a la inseguridad. Llegó la hora de contagiarnos de la alegría de vivir. Es momento de cambiar de chip y dejar atrás todos los viejos patrones que sólo nos dejan miedo y frustración.
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