La Depresión Posparto es un padecimiento que debilita física y emocionalmente a la mujer, llegando a afectar la forma en que vive su maternidad.
Por lo mismo, es importante que si te sientes mal después de las 2 o 3 semanas posteriores de haber dado a luz, evalúes los siguientes aspectos:
1) Estado de ánimo: si lloras, estás triste, irritable, angustiada o tienes miedo sin alguna razón.
2) Patrones de sueño: si te cuesta trabajo conciliar el sueño, permanecer dormida, te despiertas constantemente, o después de haber dormido suficientes horas, estás cansada.
3) Sentimientos/Emociones: si te sientes desanimada, insegura, incapaz, abrumada o te cuesta trabajo cuidar y/o conectarte con tu bebé.
Si has tenido ideas o deseos de querer escapar, volver a tu vida antes de embarazarte o cambiar tu vida por la de alguien más. Especialmente si has pensado en lastimarte a ti o tu hijo(a), o en morirte.
4) Nivel de energía: si es bajo y si no tienes interés en realizar actividades que antes disfrutabas (incluyendo las relaciones sexuales). O por el contrario, estás muy agitada y/o llevas a cabo muchas más tareas que anteriormente.
5) Salud física: la DPP en ocasiones también se manifiesta de forma física a través de mareos, temblores, dolores de cabeza, estómago, espalda, aumento en la frecuencia cardiaca, o un malestar físico generalizado, así como estar más propensa a contraer enfermedades.
Recuerda que con el tratamiento adecuado, la DPP es temporal y se puede alcanzar una completa recuperación.
Tú y tu bebé merecen tener una buena calidad de vida, y sobre todo, disfrutar de esta etapa.
http://www.ehow.com/how_2049216_recognize-postpartum-depression.html
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