Yo les hago una pregunta del comienzo, porque yo me la he hecho también y a propósito de eso también escribí un libro, y tiene que ver con si existe el AMOR a primera vista o no. Es real ese sentimiento tan arraigado en los relatos de quienes han pasado por una experiencia de esa naturaleza? Y esas preguntas y esas respuestas que nosotros buscamos en forma permanente, tienen como objetivo aclarar si los sentimientos son genuinos o si cuando pasamos por una experiencia como la de un primer encuentro, adornamos las sensaciones con todas las virtudes necesarias para dar comienzo a un largamente deseado amor. Un amor que probablemente pensemos que sea la solución para nuestra vida o el bálsamo que necesitamos para nuestro equilibrio emocional.
Y sin duda que el AMOR es un capítulo fundamental, trascendental, de la vida humana, para el cual la mayoría de las veces, no estamos ni siquiera, lo suficientemente preparados. Y esto nos lleva a sufrir por errores cometidos en esa búsqueda genuina de nuestro bienestar y de nuestra felicidad.
A ver si nos entendemos. La necesidad y el merecimiento de poder sentirnos bien, es inherente a la condición humana, pero para eso hay que estar preparado, para eso hay que saber qué es lo que uno quiere para su vida, para eso hay que delinear un determinado perfil de esa persona, con la cual pretendemos iniciar un proyecto común y con el cual pretendemos, en definitiva, envejecer juntos. Aún así esos errores que nos van llevando por distintos caminos en la vida, no dejan de ser verdad de que el amor es una experiencia que se repite a través de los tiempos por todas las generaciones, despertando anhelos, alimentando sueños e ilusiones, en una de las aristas más admirables que nosotros tenemos, tanto hombres, como mujeres.
Y muchas veces me han preguntado, qué es el AMOR. O sea, cómo se visualiza, cómo se determina, cómo se percibe. Y uno puede intentar aplicarle una cantidad de definiciones que en general nunca terminan de conformarnos. Por qué? Porque el amor es algo intangible y por lo tanto es un sentimiento que sólo podemos traducir en una necesidad mágica de compartir todas nuestras vivencias con ese ser con el cual hemos establecido una conexión que va mucho más allá de la razón.
Una conexión que convierte situaciones, como un amanecer, como una puesta de sol, el diseño de un futuro en común o compartir un concierto donde los instrumentos parece que pueden cantarle a la armonía en una fantasía que vale la pena ser vivida.
O sea, todo se transforma en la vida del ser humano, bajo el influjo del amor.
Pero ese maravilloso vuelo que dos personas inician y que están unidas por una fuerza indestructible, opera como una de las motivaciones más importantes del género humano en la búsqueda de su propia continuidad, uniendo a las parejas y fundiéndolas en un único sentimiento y también en una única pasión.
Pero uno se pregunta: ¿esto es real? Porque, a la luz de lo que vemos todos los días, las situaciones no son así. Y esa pasión, y esa atracción, y esa necesidad que se genera en un comienzo, rápidamente se desdibuja y aparecen los conflictos, y aparecen los resentimientos, y aparecen las discusiones, y aparece la violencia psicológica, y aparece la manipulación, hasta que finalmente esa pareja se aleja uno de otro.
Sin embargo, tanto uno como otro, vuelven a apostar a esa situación, y esa naturaleza que ha sido pródiga con sus hijos, y ha conformado al hombre y a la mujer de una manera tal, que los hilos invisibles de la comunicación y la atracción, se entretejen en ese encuentro mágico, que denominamos AMOR.
Ahora, por qué ese encuentro no se produce con cualquier persona? Cuáles son las condiciones que deben darse para que el encuentro se produzca? Qué es lo que hablamos a nivel popular o escuchamos? Hablar de la química, que se genera cuando dos personas se encuentran que como consecuencia de esa química se instala en cada uno y con un vigor muy fuerte, la necesidad de estar cerca del otro y comenzar a ver y a vivir la vida de a dos.
Ahora, ese don maravilloso que poseemos los seres humanos, que nos hace capaces de enamorarnos y por qué no con el paso del tiempo llegar a concretar nuestros sueños, veamos el sentido contrario, qué es lo que nos llega a hacer perder esa hermosa cualidad.
Y ésta es una de las mayores interrogantes existenciales. Porque el AMOR continúa ocupando su lugar en la cima, en el punto más alto de los grandes sentimientos que alberga un ser humano y se constituye, sin temor a equivocarnos, en el motor fundamental de nuestras acciones.
Pero el AMOR es una experiencia muy difícil de contar o trasmitir, es un despertar emocional y espiritual que nos conduce a esa armonía con esa persona que hemos elegido, y a través de esa vivencia, también nos permite estar en equilibrio con el resto de las personas. Y esto es muy importante. O sea, una persona que afectivamente está equilibrada, también mejora enormemente su autoestima, mejora la comunicación y mejora la interrelación que tiene con sus semejantes.
Dr. Walter Dresel
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