Saber que tienes cáncer te cambia para siempre. A veces para mal y otras para bien. Enfrentar la batalla contra este terrible mal se convierte en el mayor reto de tu vida, y es tu actitud la que en buena medida puede ayudarte a sobrellevar esta etapa con dignidad, con aplomo y con una perspectiva de tu entorno que antes no conocías.
Dicen que el ser humano se fortalece ante los grandes obstáculos, y es verdad, aunque a veces hay que sufrir un proceso difícil que inicia con la sorpresa, pasa por la rebeldía, después por la depresión, y finalmente por la aceptación. Y es aquí, cuando llega este momento, en que tienes la oportunidad de canalizarlo para bien o para mal. Para luchar o para rendirte. Para saber realmente de qué estás hecha, o simplemente dejar pasar los días sin hacer nada para superarlo.
Llegó sin avisar y se instaló en mujeres sanas con una vida plena, madres, esposas, hijas, y con muchos proyectos por cumplir como nuestras queridas Ethel Soriano y María Marín, quienes fueron descubriendo facetas únicas que solamente se pueden apreciar en los momentos más difíciles. Se dieron cuenta de que ante una situación como ésta, la mayoría de las mujeres deciden revalorar su vida, y que ante la pérdida de tantas cosas, hay una en especial que las fortalece: la pérdida del miedo. Esta realidad las empodera; les permite tomar decisiones que antes nunca hubieran pensado. Aprenden a salir de su zona de confort, se miran al espejo, y se valoran más. Gracias a su fortaleza y actitud lograron salir victoriosas y lograron erradicar el cáncer.
Quizá por fortuna no estés viviendo ni conozcas a alguien que esté pasando por esta gran prueba de vida, pero vale la pena estar preparadas para entenderlo, por si alguna vez toca a tu puerta.
Cuida tu cuerpo y tu salud, acude a tus exámenes y revisiones, ya que encontrar a tiempo una alteración, puede salvarnos la vida.
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Es parte del reto femenino. Gracias por tus comentarios