Hacer un cambio es volver a empezar, por eso much@s prefieren quedarse donde mismo.
Trabajando con el Coaching Personal es muy común escuchar en las personas que asesoro que las primeras semanas de mi asesoramiento los resultados son exactamente los contrarios a lo que quieren, y eso, es para mi el principal indicador de que están haciendo un cambio.
Vivimos en un mundo donde todo lo queremos ya, si no se nos da rápido lo abandonamos y esta es una de las causas principales del por qué seguimos donde mismo, sin crecer ni evolucionar. Ya hasta en los bebés se empieza a detectar ese tipo de comportamiento, hacen cada vez más grande el berrinche cuando no se les provee lo que quieren en el instante, no se diga en los niños y adolescentes que ya han tenido tiempo para aprender (copiar o imitar) el comportamiento de las personas que los rodean y con las cuales comparten su vida diariamente.
El cambio es un proceso por lo tanto toma tiempo. El cambio no es difícil, lo que es, es un proceso por lo tanto no se da de la noche a la mañana. Un verdadero cambio implica empezar de nuevo. Empezar nuevos hábitos o nuevas rutinas diarias, de palabras, pensamientos, emociones y acciones. Y para poder crear un nuevo hábito hay que empezar por poner conceptos o creencias nuevas en nuestra mente que se igualen o que apoyen el cambio que queremos hacer.
Cuando una persona quiere rebajar, no se trata solo de que haga una rutina de ejercicio de dos o tres horas diarias en el gimnasio. Esto a lo único que lo va a llevar es a desgastarse físicamente y a estresarse más de lo que ya estaba. El resultado más común en estos casos es que la persona baje y suba de peso constantemente. Para que el cambio sea favorable y de por vida, se requiere empezar (de nuevo) con una alimentación sana, aprender a manejar sus emociones, aprender a conocerse a si mismo y por supuesto, empezar una rutina de ejercicio físico a su nivel o que le ayude en lugar de perjudicarlo. Todo esto incluye nuevos conceptos que apoyen estas nuevas rutinas que requiere hacer.
Aparentemente este proceso parece mucho o muy complicado, y es por eso que la mayoría prefiere hacer solamente una cosa que alguien le dijo que le va a ayudar; en el caso anterior -para bajar de peso- un ejemplo es tomarse una pastilla o un licuado con el que baje de peso. Porque al tomarse la pastilla el/ella no tiene que hacer nada, todo se lo dejan a la pastilla. Y si no funciona es culpa de la pastilla o del licuado, o bien de quien le recomendó la pastilla o el licuado, nunca es responsabilidad de la persona.
Así es como hemos sido educados (programados) y así es como queremos mejorar nuestra vida. Todo lo queremos lo antes posible y sin que yo tenga que hacer nada. O bien, todo lo queremos con trabajo duro -haciendo y haciendo lo mismo pero mayor en cantidad- pero nunca pensamos en cambiar la raíz de las cosas, mis creencias, mis programas y mis conceptos. Volver a empezar, ni pensarlo, prefiero perder la vida intentando que empezar de nuevo.
¿Conoces a personas que tratan y tratan y no pasa nada? Yo si, y conozco muchas más que están completamente convencidas que lo que les falla es que aun no han hecho (hacer) suficiente de lo mismo, por eso no han logrado lo que quieren. Por lo tanto su enfoque está en hacer, hacer y hacer (trabajo duro) hasta que ya no puedan más. No importa si dejan su salud física y mental en el camino, su único enfoque es lograr lo que se han propuesto les cueste lo que les cueste.
"Sacrifícate unos años para después saborear las mieles de tu trabajo, decían. Lo hice tan bien que ahora que tengo lo que quiero (material), ya no puedo disfrutarlo de tan enferma que estoy", me dijo alguien por ahí.
Volver a empezar (cambiar) no significa empezar de cero, significa empezar desde donde estás en este momento y con lo que tienes, pero hacerlo con una mentalidad diferente, enfocada en tu poder como ser humano y usando ese poder para crear la vida que deseas y mereces. Cambiar significa hablar, pensar, sentir y hacer cosas diferentes, por lo tanto lo viejo, ya no te sirve, lo viejo te empieza a no dar resultados, por eso es común que las primeras semanas del cambio los resultados no sean los que esperas.
Cuando empiezas un cambio sales de tu zona de confort o zona conocida y entras a una zona nueva y desconocida, lo que yo llamo Zona de Milagros. En esa zona hay dudas, miedos, desconfianza e incertidumbre, que poco a poco se van a ir alejando mediante la practica de lo nuevo. Es ahí donde requieres del apoyo de la auto-sugestión para que no renuncies y regreses a tu zona de confort otra vez.
Auto-sugestión es bombardearte con información (palabras, imágenes, experiencias…) que apoye lo que tu quieres lograr o el cambio que tú quieres hacer. Si no te auto-sugestionas todos los días lo más probable es que tu Medio Ambiente te regrese a lo mismo de lo mismo sin que tú te des cuenta. Una de las mejores herramientas que conozco para auto-sugestionarme es el Coaching personal, aunque también están los audios, videos, libros que dan muy buen resultado cuando la persona es auto-disciplinada y comprometida.
¿Qué prefieres, seguir tratando o volver a empezar con bases firmes? Tú siempre decides. Y estás muy a tiempo de tomar decisiones importantes para este 2018. ¿Quieres que este año sea diferente o te vas a conformar con lo mismo de siempre?
Abrazos y bendiciones,
Patricia Anaya
Patricia Anaya es la creadora del programa, membresía y la comunidad de YoSoyAbundancia.me y autora del Libro para niños "Los Tres Poderes, ¡La Magia de Amarse a uno Mismo! (www.LosTresPoderes.com) y "The Three Powers, Magic to Love Yourself! (www.TheThreePowers.com).
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