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La responsabilidad de cómo se desarrolla mi vida, es solamente mía.
Es incoherente decir que tengo libre voluntad y, a su vez, culpar mi presente A la suerte, personas, condiciones, influencias y o cualquier factor externo.
La luz de la creación de nuestras vidas radica en cada uno de nosotros. Eso significa que sólo nosotros construimos el proceso de vivir nuestro futuro. Las influencias externas son parte de la misma creación nuestra. Cualquier persona con quien nos encontramos en el trayecto de nuestras existencias, es creación nuestra; la vibración que emitimos simplemente los atrae, los mismo pasa con eventos. Vivimos lo que elegimos.
Entra en juego el concepto disponibilidad, disposición. estar disponible, que significa: estar listo para.
Algunos dicen: "estoy disponible", "listo", "PERO..." Y esa última palabra "pero", sin importar lo que viene después, es lo que convierte a la mayoría en víctimas. Sea cual sea la explicación, "pero" después
de cualquier declaración, victimiza al orador.
Sin excepción, cada vez que iniciamos un discurso con la oración "es que" o "pero" defendemos la situación en la que estamos y creamos más de ello.

Leyendo esto, la mayoría dirá "claro que estoy dispuesta", aunque antes de responder debemos preguntarnos: ¿realmente estoy dispuesta?, ¿estoy lista para que suceda? Y respondernos con honestidad.
Y entonces, a partir de ahora, el discurso que define y crea la realidad debe iniciar con: Estoy dispuesta, estoy lista, estoy preparada, estoy disponible, estoy libre a, estoy fluyendo para que esto u otra cosa suceda; todo lo anterior con la clara intención y dirección de vivir la vibración positiva de eso mismo.
En el instante de crear la vibración sólo es cuestión de tiempo. Cuando lo viví en mi parte etérica, que es mi alma, lo pongo en el universo y lo creo para mí. 
Eso hace un sentido de abundancia más agudo, cuya vibración crea más y más y más abundancia para mí.