Todo, absolutamente todo lo que te rodea habla de tu marca personal y de tu liderazgo. Hace unos años escribí un blog sobre la forma en que se presenta tu asistente a trabajar. Cómo recibe tus clientes, proveedores, cómo contesta el teléfono y se dirige a otros. Allí les comenté que esto habla de tu liderazgo, la consistencia, y del mensaje que quieres mandar en lo profesional.
Además de tu asistente, todos extrapolan lo que te rodea para reforzar tu mensaje de liderazgo. Así es, empezando con tu puntualidad, los accesorios que usas en la oficina, tu portafolio, tu pluma, los lugares a los que vas a comer; los libros que lees, lo que otros pueden ver en tu escritorio, las películas que escoges y los lugares a los que viajas. Todo habla de lo que es importante para ti.
Inclusive la forma como permites que otros se comporten en tu oficina. Así es, podrás pensar: “¿qué tiene que ver lo que otros hacen o cómo se comportan con la marca personal del líder de la organización?
Verás, dentro de tu proyección de liderazgo debes asegurarte que todos manden el mismo mensaje consistente y consecuente con valores que la organización busca. Todo lo que hacen, lo que dicen y cómo se comportan las personas de niveles de mando, será observado como ejemplo a seguir por otros. Este mensaje debe ser coherente con los valores de la organización y a la vez consistente en el tiempo. No un día sí y mañana no.
Veamos este caso.
La dueña de una compañía tiene una persona en su organización que tiene años trabajando con ella y que tiene fama de ser muy autoritario. Impone lo que dice y no le importa que otros piensen. Es una persona muy dura. Suele causar enemistades con clientes y colegas. Es muy bueno en lo que hace. Tiene mucho talento y conoce la industria de principio a fin. Sin embargo, la dueña no está de acuerdo en ciertas reacciones de esa persona. Tiene un punto de vista muy diferente de cómo tratar a las personas. Difiere con la dueña en cómo reconocer el valor de sus clientes y trabajadores y de cómo debe comunicarse con ellos.
En ocasiones, la sueña ha intentado hablar con esta persona. Sin embargo, éste se cierra y se pone a la defensiva. Entonces ella ha optado por mejor dejarlo pasar. Al final, su gerente sabe muy bien y conoce muy bien el negocio. Hoy no ha sucedido nada grave. Bueno, sí ha debilitado algunas relaciones con clientes, pero las cosas han terminado de forma positiva. A las juntas importantes la dueña prefiere no invitar a esta persona para evitar que se ponga difícil la situación. Hay reuniones que como directora, ella no debía ir, pero no puede darse el lujo de mandar a este gerente y que las cosas no salgan bien.
Ha tratado de que se contrate otras personas a su cargo para que le enseñe el negocio. Al final nadie es para siempre y el gerente se niega a seleccionar a alguien alegando que los entrevistados no tienen aptitudes. La dueña ha dejado pasar esta situación porque al final no hay una urgencia inmediata.
¿Consecuencias?
El resultado es que todos los que dependen del gerente o están en otras áreas, asumen que para ocupar ese puesto hay que ser igual: autoritario y poco abierto a trabajar en equipo. Que no importa si es un cliente es importante o no. Nunca hay que mostrar debilidad. Al fin si este gerente tiene muchos años en la compañía y la dueña jamás ha hecho algo para cambiarlo, si así es su comportamiento así debe de estar bien. Seguramente así debe actuar uno si quiere subir en lo profesional.
Por supuesto, la dueña de la compañía no quiere mandar este mensaje intencionalmente. La rutina, el día a día, y los resultados que esta persona entrega, mal o bien les ha permitido avanzar. Mi pregunta es ¿cómo se va a ser observado y reflejado el liderazgo ante los ojos de su equipo?
Tener consistencia y congruencia los valores de tu organización
Cómo líder de la organización, definitivamente es mejor tener un momento incomodo dónde se estire y presione un poco para que este gerente cambie su actitud y comportamiento. Ser consistentes con los valores de la organización implica actuar en consecuencia. Tener esta conversación permite que puedan asegurar futuros resultados de forma positiva en base a estos valores e ideales que al fin y al cabo los definen.
Cuando evitas la confrontación porque los resultados van saliendo, solo postergas lo inevitable. No tomar acción en el corto plazo puede ser un gran costo de oportunidad. ¿Qué va a pasar cuando se pierda una cuenta importante ante la competencia, solo porque esta persona no cuida las formas y permite que se vaya debilitando la relación con sus clientes?
Los líderes de las organizaciones tienen que tener la visión de prever las consecuencias de la falta de consistencia y congruencia con los valores de la organización. Esto influye directamente en su presencia ejecutiva y en el mensaje que el equipo recibe.
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