Todos vamos sintiendo emociones diversas en el transcurso de cada uno de los días que vivimos. Sentimos miedo, impotencia, rabia, confianza, euforia, etc. dependiendo de la situación en que nos encontremos, y de nuestro estado previo.
Ante un mism
Ninguna de todas esas emociones que sentimos es generada conscientemente. Nosotros no decidimos conscientemente las emociones que vamos a sentir a continuación. Se trata de una respuesta automática generada por nuestra mente subconsciente.o suceso, podemos responder generando estados emocionales distintos en función de nuestro estado interior. No todas las personas responden del mismo modo ante unas mismas circunstancias, y nosotros tampoco lo haremos si somos capaces de cambiar nuestra programación subconsciente.
Quizás te hayas sentido locamente enamorada en alguna ocasión; o hayas sentido un miedo atroz en algún momento de tu vida; o hayas disfrutado de momentos intensos de placer, o una pena enorme, o… Ninguna de esas emociones fue decidida conscientemente. No pensaste antes de sentir esas emociones “voy a sentirme locamente enamorada”, “voy a tener mucho miedo ahora”, “voy a sentir placer en este momento” o “voy a ponerme muy triste”.
Todas tus emociones se generan como una respuesta automática por parte de tu subconsciente, y la mayor parte aparecen en función de la coherencia o falta de coherencia entre tus creencias más profundas y las situaciones que estás viviendo.
Pongamos un ejemplo... Desgraciadamente sufres un accidente que te deja paralítica. Una vez pasado el impacto inicial, si tus creencias son del tipo “yo soy mucho más que mi cuerpo”, “tengo la capacidad de seguir desarrollándome como persona con independencia de las circunstancias”, “puedo hacer muchas cosas en la vida aún sin poder utilizar parte de mi cuerpo”, etc., te llevarán a sentirte animada y motivada por desarrollar nuevas habilidades y capacidades que te permitan seguir avanzado y creciendo en la vida.
Si por el contrario tus creencias son del tipo “Soy una víctima”, “La vida es injusta”, “Mis lesiones me impiden hacer todo lo que puede hacer una persona”, “Estoy en inferioridad de condiciones con respecto a los demás”, “Tengo muy mala suerte”, etc., estarás abocada a sentir emociones como pena, angustia, ansiedad, depresión, etc.
No se trata de una decisión consciente, sino de una respuesta cien por cien inconsciente.
Ahora bien, en el momento en el que eres consciente de que funcionas de este modo, y que tienes la capacidad de cambiar tu programación para responder de forma distinta ante los acontecimientos, eres tú quien decide conscientemente si te mantienes con la programación que tienes, y por tanto sigues viviendo con las emociones que sientes, o la cambias para sentirte y vivir de un modo distinto.
Si no te gustan las emociones que habitualmente sientes, no estás obligada a mantenerlas en tu vida. Cambia tus creencias y cambiarán tus emociones. Y si no sabes cómo hacerlo, en Método Integra estaremos encantados de ayudarte.
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Método Integra”, “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
Comentarios
Si, esto lo estoy practicando desde hace un año. y me ha dado grandes resultados. porque ya veo todo con otra perspectiva. y esto es excelente.